Tristemente, la violencia contra la mujer sigue siendo noticia en el Huila. A hechos tan repudiables como el del hombre que asesinó a su compañera sentimental y luego enterró el cuerpo en el patio de su casa o el del individuo que sometió a tratos crueles e inhumanos a su joven pareja, se han sumado esta semana nuevos episodios que evidencian que en Neiva y en el departamento se requiere una gran agenda para poner fin a la violencia contra las mujeres.
La sociedad huilense debe registrar con indignación el caso de la mujer atacada a golpes por su compañero sentimental, el capitán de la Policía, Jonathan Andrés Martínez, quien se venía desempeñando como jefe de seguridad del Gobernador del Huila. Los hechos ocurrieron en el conjunto residencial Alta Vista de Neiva. Tras su captura, el capitán Martínez fue llevado a las audiencias de rigor, pero allí un juez determinó otorgarle la libertad.
También debe generar honda preocupación el caso de Arelis Celada Lizcano, quien, en su casa del municipio de Villavieja, fue agredida a cuchillo y machete por el expolicía José William Aranzales Ramírez, con quien ella tuvo en el pasado una relación sentimental de un año.
Es urgente movilizar voluntades e inversiones para asegurar que las mujeres huilenses puedan vivir libres de violencia. Está claro que a una mujer no se le protege con un discurso, un comunicado o un mensaje a través de una red social.
ONU Mujeres recomienda, entre otras cosas, planes locales de acción, hacer que la justicia sea accesible para las mujeres y las niñas, garantizar el acceso universal a los servicios esenciales, sensibilizar a funcionarios sobre la violencia de género, poner fin a la impunidad frente a la violencia sexual, aumentar la conciencia pública y la movilización social. Y algo clave: movilizar a los hombres y a los niños de todas las edades y de todos los estratos sociales para que se manifiesten en contra de la violencia contra las mujeres y las niñas, de modo que alienten la igualdad y la solidaridad entre los géneros.
“ONU Mujeres recomienda, entre otras cosas, planes locales de acción, hacer que la justicia sea accesible para las mujeres y las niñas, garantizar el acceso universal a los servicios esenciales, sensibilizar a funcionarios sobre la violencia de género”