Comenzó bien el alcalde electo Rodrigo Lara Sánchez. La inmediata realización de contactos con personajes nacionales que tienen que ver con recepciones para el apoyo de las solicitudes para la buena marcha de la administración pública, nos muestra el interés del entrante mandatario de ganar tiempo en tales diligencias, las que seguramente seguirá adelantando, y su real deseo de que la ciudad empiece a cambiar su fisonomía en todos los aspectos.
Es pertinente lo que se ha propuesto y los moradores de la capital del Huila debemos, no solo apoyarlo en sus prospectos, sino contribuir con ideas y sugerencias que complementen y hagan aún más enriquecedor el programa de gobierno que Lara deberá empezar a ejecutar el año entrante.
Para comenzar, simultáneamente con los proyectos de toda dimensión, la cooperación oficial y del sector privado para empujar el tren del desarrollo y bienestar que requiere el Municipio, hay que tener en cuenta igualmente aspectos para el sosiego, no solo de los citadinos, sino de la gente que nos visita a diario. Neiva es imposible que sea considerada “destino turístico” como pretendió publicitarla alguna administración pasada, si continuamos con este caos vehicular que diariamente registra accidentes de tránsito, muchos con resultados fatales, ¡que es responsabilidad de todos!: conductores, peatones y total falta de la eficaz regulación del tránsito con verdadera autoridad. Y autoridad también para ponerle fin al ruido ensordecedor que origina la pitadera innecesaria de los carros, motos, sirenas de ambulancias, equipos de sonido en el sector comercial, más el perifoneo.
Ante la locura que origina el pésimo comportamiento de quien maneja un vehículo, o el imprudente de a pie, como la bulla estridente que por tanto afecta el sistema auditivo y por consiguiente la salud, aparece la acción delincuencial que no da tregua especialmente contra las mujeres que son presa fácil para arrebatarles el bolso, ya con la temeridad jamás imaginada sin importarles la presencia de personas cercanas o desconocidas en el lugar del atraco, porque este se perpetúa bajo la amenaza del arma. La situación, entonces, se presenta desesperante y requiere la intervención de todos los estamentos institucionales para buscar la manera de erradicar este tipo de violencia. ¡La fórmula es imperativa y por tanto debe hallarse!
Lo anterior y el arreglo inmediato que requieren los andenes de la Avenida La Toma, la limpieza del canal, la conservación de los senderos de la Ciclo-Ruta, lo he expuesto aquí persistentemente sin que haya habido autoridad alguna para ayudar a que esta villa sea plácida, que contrarreste el fenómeno canicular que a veces nos asola.