La Nación
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Indecentes

La columna de Ricardo Silva en El Tiempo utiliza una sola palabra para identificar  que le falta al sistema de salud: decencia, de la cual también carece el país en muchas áreas asegura el columnista, razón tiene, veamos algunas situaciones de indecencia en el sector salud:
Indecente el Ministro de Salud que durante siete años y medio estuvo en el cargo pero solo lo ejerció para beneficiar a su jefe, al punto que hoy está acusado de haber comprado la reelección y podría ser condenado por esto. El mismo funcionario eliminó el control a los precios de los medicamentos en un acto también indecente así lo quiera hacer pasar como un error.

Los laboratorios farmacéuticos aprovecharon y ante la falta de vigilancia de los precios de los medicamentos, de manera indecente hicieron su agosto vendiendo sus productos a precios escandalosos. A ellos se unieron los que comercializaban insumos, dispositivos y todo tipo de productos para el sistema de salud, quienes  indecentemente se unieron a la piñata.

Al club de la indecencia se unieron las EPS e IPS que evidenciaron que los medicamentos, dispositivos e insumos subían permanentemente y se cobraban a precios descomunales en comparación con otros países pero no les pareció anormal, se contentaron con cobrar el porcentaje que les correspondía y pasaron de agache.
Capítulo aparte dentro de esa feria de indecencias ocupan algunos profesionales de la salud que recibieron un porcentaje de lo que formulaban u ordenaban, no me refiero a los patrocinios para actualizaciones que son comunes en el mundo entero, lo verdaderamente aberrante es que reciban como dadiva en dinero o beneficios una parte de lo que formularon para curar al paciente.

Por supuesto que no podían faltar los mismos pacientes y sus familias que aprovecharon de la situación y abusaron del sistema de salud obteniendo que se les hicieran procedimientos innecesarios o se les entregaran elementos que no tienen nada que ver con la salud.

En conclusión lo que ha pasado y está pasando en el sistema de salud es que le falta decencia, entonces lo primero que debemos hacer todos y cada uno de los actores es mirarnos hacia dentro, identificar nuestras propias fallas y corregirlas, entendiendo a su vez que si no hay un cambio de actitud la Ley Estatutaria quedará en letra muerta.
A nivel internacional se dice que tenemos uno de los mejores sistemas de salud del mundo, pero no entienden porque nos empeñamos en destruirlo culpando a los demás de lo que nosotros mismos provocamos.
       garcia.francisco@javeriana.edu.co