La Nación
Invierte en tu felicidad 1 18 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Invierte en tu felicidad

Consuelo Serrato de Plazas

El libro bíblico del Eclesiastés formula sabias reflexiones entre ellas la revelada en el capítulo 5:14 «Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada de su trabajo llevará en su mano».

Alcanzar objetivos económicos es una aspiración natural. Sin embargo son muchas las personas que se pasan la vida trabajando incansablemente en el afán por atesorar bienes materiales al extremo de sobrepasar los límites de la normalidad sin darse tiempo para disfrutar lo conquistado como si fuésemos a estar en este mundo por siempre.

Si crees hacer parte de este segmento poblacional te has detenido a pensar ¿de qué sirve acumular tanta riqueza si ello no es garantía para alcanzar la felicidad? Al respecto San Agustín declara: «No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita».

La experiencia demuestra que construir un patrimonio firme que permita prever el futuro es fundamental. De hecho cuando en la familia se planifican los objetivos financieros ello permite trazar un plan de vida de cara a alcanzar la estabilidad necesaria para consolidar un bienestar económico que garantice a sus integrantes vivir dignamente.

¿Cuál sería entonces el sentido de la vida si a pesar de su brevedad nos aferramos tanto a lo material  y en el camino olvidamos disfrutar las maravillas que nos ofrece a cada instante? Expertos en el tema destacan que el dinero contribuye a alcanzar la felicidad cuando las personas han superado los niveles básicos de calidad de vida. Sin embargo no es fuente representativa de bienestar cuando se convierte en un determinante en la vida de las personas.

Regularmente somos dados a posponer los buenos momentos y  solo cuando la vida nos da un revés nos acordamos de replantearla y  a partir de ese instante es cuando intentamos liberarnos del apego material. Infortunadamente en la mayoría de las veces resulta demasiado tarde. Bien es sabido que vivir tiene un sentido mucho más profundo y que cuando partimos a otra dimensión nada nos llevamos, solo nuestra riqueza espiritual. Por ello el psicólogo Bernardo Stamateas en su obra Intoxicados por la fe expresa: «Disfruta, no guardes, porque lo que hoy no disfrutes, lo usarán otros cuando te mueras. Todo está para gastar, aún las fuerzas».

Los invito entonces para que no cimentemos la existencia en torno a la adquisición de bienes materiales. Escuchemos nuestra voz interior que nos impulsa a asumir el reto de atesorar gratas experiencias. Momentos especiales con los hijos. Con las personas que nos hacen grata la vida.  Invierte en tu felicidad y ofrece felicidad a los tuyos. Sin duda es el mayor patrimonio que podemos atesorar. Pero ojo decídete ya. Mañana puede ser demasiado tarde.