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La anestesia mediática, Por Diego Fernando Camelo Perdomo

Pertinentes resultaron ser las palabras del periodista Felipe Zuleta Lleras al referirse a lo trivial como base de lo sustancioso Pertinentes resultaron ser las palabras del periodista Felipe Zuleta Lleras al referirse a lo trivial como base de lo sustancioso en la noticia. (Cf. http://www.elespectador.com/opinion/columna-390179-trivialidades) De hecho, no se ha pensado, y si se ha hecho no se ha notado, quienes percibimos la noticia desconociendo todo el andamiaje mediático que se haya detrás de los sucesos narrados. La competencia por la objetividad y la veracidad entre los medios es una evidencia muy bien camuflada. La “guerra de la noticia”, como ocurre como con la del “centavo”, es una condición que es propia de los entre gremio llama “competitividad”.  El esfuerzo por la primicia, por la exclusividad o por la unicidad en el epicentro de los hechos demarcan las condiciones de dicha “guerra”. No es un secreto para nadie que los filtros noticiosos ya se encuentran “casados” con una de las porciones en las que ha sido cortado este país, cual si fuera una torta de festejo. Este “matrimonio”, al que quizá forzados o no, so pretexto de que pudieran funcionar en el medio, no vislumbrará el divorcio entre largo tiempo, mientras exista la subjetividad en el relato de la noticia y mientras con ella se entretenga al pueblo, seguiremos creyendo lo que otros hacen que creíamos. Al respecto, el filósofo Noam Chomsky tiene un documento que debería ser objeto de estudio serio por quienes se dedican a informar. Se trata del texto “10 estrategias de manipulación” en el que de forma sintética y clara condensa las maneras cómo los medios tienden a manipular tanto a la información como también a través de ella. De entrada del mencionado documento, Chomsky comienza enunciando la distracción en calidad de estrategias mediática de manipulación. Esta es, en efecto, una herramienta de impedimento a que el pueblo fije su mirada a lo esencial de su coyuntura, de su circunstancia colectiva  e histórica. Ahora bien, la gran “ola” de acontecimientos en los últimos tiempos nos ubica en un puesto privilegiado en la historia, y parece ser que a muy pocos nos interesa. Nos des-dibujan el mapa geográfico, se reintenta unos acuerdos de paz por la vía política, el neo-colonialismo inequitativo hace presencia, se está gestionando procesos sociales desde las bases, se repite la historia de la captadora de dinero, etc. Se nota cierto “letargo” ante esta coyuntura en donde los espacios informativos tienen una gran responsabilidad para no seguir proliferando aquella anestesia mediática. Es cierto que hay noticias de noticias, donde la manipulación es proporcional al impacto, pues cuanto más impacto se produzca, mayor será la posibilidad de manipular. Una cosa es saber que a nivel continental somos el tercer país que más consume alcohol en adolescentes y adultos. Pero otra cosa completamente diferente es que la investidura legislativa esté por encima de la misma ley que prohíbe el conducir bajo los efectos del alcohol, por ejemplo, y que ahora el Estado deba acatar una apelación por los sueldos que no recibió mientras, por ley, se encontraba “defendiéndose”. El reto es grande. Tan grande como responder lo siguiente: ¿Será que las noticias del “entretenimiento” son las que en últimas nos conduce al des-entendimiento?  Queda abierta la cuestión.