Como un triunfo del bien sobre el mal debe verse la neutralización esta semana de Juan Larinson Castro Estupiñán, alias ‘Matamba’, un temido criminal y narcotraficante que en marzo pasado dejó en ridículo a las autoridades carcelarias del país al protagonizar, con la ayuda de funcionarios corruptos del Inpec, una fuga de la cárcel La Picota de Bogotá.
‘Matamba’, oriundo de El Charco, Nariño, no era un delincuente de poca monta. Empezó integrando la guerrilla de las Farc, de cuyas filas se fugó cuando pretendían hacerle un “juicio revolucionario”, y luego se fue al bando contrario: los paramilitares. Su actuar delictivo lo llevó a conformar una organización criminal denominada “Cordillera del Sur”, la cual delinquía en el departamento de Nariño. Le prestaba servicios ilegales al Clan del Golfo, las disidencias de las Farc y carteles mexicanos, a los cuales proveía con narcóticos para la exportación.
‘Matamba’ había sido capturado por la Policía el 18 de mayo de 2021, cuando celebraba su cumpleaños número 41 en un apartamento de Floridablanca, Santander. Lo enviaron a la cárcel La Picota y estaba pendiente del proceso de extradición, ya que una corte de Estados Unidos lo había solicitado por cargos de narcotráfico.
Gracias a su poder corruptor, ‘Matamba’ se fugó de La Picota y salió por la puerta del pabellón disfrazado de dragoneante del Inpec, tal como quedó registrado en los videos de seguridad. Por ese hecho fue capturado y encarcelado el custodio Milton Libardo Jiménez Arboleda, y a otros funcionarios les abrieron investigaciones penales y disciplinarias.
El jueves pasado, el presidente Iván Duque sorprendió al país, al anunciar que ‘Matamba’ fue abatido en un operativo en el departamento de Santander: “Seguimos golpeando al Clan del Golfo y reiterando que ningún bandido tendrá madriguera donde esconderse. Dios y Patria”.
Los criminales deben saber en este país que tarde o temprano les caerá el peso de la ley.