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La diosa de Emiro Garzón

Emiro Garzón Correa nació en Belén de los Andaquíes en 1950), pero su formación artística la fortaleció en nuestro departamento y en la actualidad es el más promocionado de los escultores en el país. Estudió en la Escuela de Artes de Neiva, pero su impaciencia no le permitió terminar aquí el proceso, pero lo culminó en otras ciudades de Colombia y del exterior. Su concepción del mundo va quedando plasmada en su trabajo, en figuras llenas de solemnidad y de heroísmo.

Sus mujeres pueblerinas, son un canto a la vida, según la opinión de Ernesto Salazar Cabrera, consignada en la revista Nueva Imagen.

Emiro Garzón es considerado como huilense por adopción, puesto que es oriundo del Caquetá. Su arte y su fama de escultor ha traspasado los linderos regionales y es un artista de renombre nacional e internacional, con más de 30 esculturas. Como muchos intelectuales y artistas se domicilió en la población de la Jagua, ubicada a 5 kilómetros de Garzón, en la vía que conduce a Pitalito. En este poblado habitan aproximadamente 3.000 personas y la economía se basa en la pesca, la agricultura, las artesanías y el turismo.

Por su clima, su topografía y su tranquilidad ha sido la residencia de muchas personas importantes de Colombia, famosas en el mundo de los negocios y del arte en sus diversas modalidades como la pintura, la escultura y las artesanías.

En dicho lugar el maestro Emiro Garzón trabaja permanentemente en su taller, al cual acuden los amantes del arte para adquirir sus obras. En la capital huilense son admiradas sus obras como el monumento a la lavandera, el monumento al trabajador colombiano, el comunero y otros más.

Precisamente la Corhuila le encargo la elaboración de la escultura denominada “Diosa de la Sabiduría Corhuila” la cual se levanta en la sede de Prado Alto, en la mitad de la plazuela del mismo nombre, el jueves 22 de agosto del cursante año, en conmemoración y como permanente testimonio de la labor académica, social y cultural, desarrollada por esta institución en el lapso de 20 años, comprendido entre 1993 y el 2013.

El monumento a esta diosa es otro importante aporte a la cultura huilense realizado por la Corporación Universitaria del Huila, para admiración de propios y visitantes.