La Nación
La farsa de la renta básica  1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La farsa de la renta básica 

 

Rodolfo Valderrama

La noción del ingreso o renta básica universal (RBU) en su forma original consiste en que el Estado entrega periódicamente a cada ciudadano un salario, sueldo o ingreso, independientemente de su condición socio-económica, y aunque la idea aparece con la revolución francesa, posteriormente surgieron muchas propuestas o modalidades dependiendo el número de personas por familia y la condición económica del ciudadano, la idea siempre ha sido buscar más equidad; posteriormente diferentes movimientos promocionaron  esta modalidad, pero no se concretó, solamente un país, Finlandia la puso en práctica pero no funcionó.  Como alternativa, varios países de Europa han introducido el mecanismo del seguro de desempleo, que ha operado de manera diferente dependiendo del nivel del empleo formal público y privado, a mayor formalidad más operatividad, es el caso de Suecia donde solamente el Estado representa 30% y otro tanto el sector privado formal.

Lo anterior demuestra la imposibilidad de introducir la (RBU), pues nuestra informalidad y desempleo son del orden del 80%; además según cálculos del Ministerio de Hacienda, para otorgar ingresos por unos tres meses para el 70% de los ciudadanos (los vulnerables), el costo sería de más de $40 billones en dicho período, entonces la propuesta del congresista Iván Marulanda, es algo utópico y falto de seriedad, debería dedicar este tiempo inocuo  a promover iniciativas viables favorables al pueblo;  también causa extrañeza que una organización como Fecode cuyos miembros conocen muy bien las limitaciones que nos impone el modelo de desarrollo, tenga dentro de sus peticiones el embeleco de la (RBU).  Es legítimo que esta organización defienda sus intereses, pero en vez de incluir asuntos utópicos, dado su poder político y aprovechando los próximos comicios electorales, debería propugnar por reformas sociales que cambien el rumbo de nuestro modelo de desarrollo que beneficien a las mayorías.

Aunque son muchos los factores que inciden en el ciclo de la pandemia, entre ellos el grado de desarrollo y la desigualdad, según la experiencia, en los países europeos el ciclo ha sido de unos tres meses (dos en subida, uno en bajada); en nuestro país dadas las condiciones sociales el ciclo será más prolongado, digamos cinco o seis meses (llevamos tres) si somos disciplinados.  Lo anterior debería invitarnos a la reflexión, inclusive a los más conservadores para que nos unamos los militantes de todas las tendencias y propugnemos por un país de fuerza laboral mayoritariamente formal y estable, ya que está demostrado que la altísima informalidad nos está complicando a todos; sin embargo, considero que son los sectores considerados de avanzada los llamados a proponer cambios drásticos, en especial para que tengamos más empleo digno, formal y estable. rodovaldi@hotmail.com