LUISA FERNANDA DÁVILA TAMAYO/LN
Viviana Hernández sufrió un terrible ataque con ácido cuando aún el tema era un poco desconocido, no había conciencia sobre las consecuencias que esto le trae a una víctima, no había muchos conocimientos médicos al respecto y peor aún, no había nada concreto en el ámbito jurídico, que terminara en un castigo ejemplar para los autores de los atroces casos.
Para la huilense, nacida en Neiva, pero que en aquella época residía en Bogotá, la pesadilla comenzó un 30 de junio de 2007, a eso de las 6 de la mañana. Tenía 23 años de edad y tres hermosos hijos, que se convertían en el sostén de su vida.
Había salido junto al padre de sus hijos, él se quedó junto a uno de ellos, el mayor, mientras ella cruzaba la calle para parar un autobús, su entonces pareja, la señaló, y de un momento a otro una joven se le acercó y le lanzó un líquido en la cara. Su propio esposo, el amor de su vida, le había causado tal daño.
“Estuve 48 días ingresada con la cara y el pecho quemados. No veo por el ojo izquierdo, tocaba reconstruir el párpado, el lagrimal, hacer un trasplante de córnea, y también se afectó el ojo derecho. Ocurrió hace cuatro años pero no he tenido los medios económicos para hacerme cirugías, no lo cubre el sistema de salud”, señaló Viviana a El Mundo, en un reportaje realizado por la periodista Salud Hernández en enero de 2012.
Diez años después…
Viviana se siente fortalecida, ha logrado superar con creces esta amarga experiencia. El ayudar a otras mujeres que han padecido su misma situación, le ha servido para demostrarse a sí misma, que no hay obstáculo que valga, cuando una mujer se decide a recoger los pedacitos de su vida y los reconstruye.
“Son etapas, lo primero fue hacer un duelo, es algo muy difícil y complicado, difícil de aceptar, digamos que hace 10 años se tenía un desconocimiento total de los casos, un desconocimiento total de a qué instancias uno podía acudir, desconocimiento de la parte médica, de la parte judicial, en esa época era un desconocimiento y un abandono total”, dice.
Y agrega: “Poco a poco se ha hecho un trabajo muy interesante, un trabajo que ha hecho que en este momento tenga una perspectiva de vida totalmente diferente, que lo hayamos podido superar de una manera tan rápida y tan significativa”.
Compartiendo la experiencia
Para Viviana, el poder ayudar a otras mujeres, ha sido ayudarse a sí misma, esto la ha fortalecido y ha permitido una retroalimentación con otras víctimas de ataque con ácido. Ella, junto a Natalia Ponce de León y Gina Potes, otras dos mujeres icónicas que han liderado la lucha contra este flagelo y han trabajado por empoderar a las mujeres, participará de un conversatorio promovido por el Grupo Informativo LA NACIÓN, que se realizará este jueves 3 de agosto en la ciudad de Neiva, a las 6:30 de la tarde.
“Ha sido uno de los puntos clave, poder hacer parte de las fundaciones donde he compartido esta experiencia, ha hecho que nos retroalimentemos, ha hecho que el conocimiento sea más amplio y que seamos una cadena y una red de apoyo entre nosotras mismas, que bajo la experiencia que nosotras ya tenemos, entonces nos fortalecemos”, explica Viviana.
Sobre lo que van a compartir en Neiva, dice que será la socialización de todo un trabajo de visibilización, realizado por parte de la Fundación Natalia Ponce de León y la Fundación Reconstruyendo Rostros, con el objetivo de dar a conocer las experiencias a las mujeres y además, empapar a las autoridades de departamento del Huila sobre todos los lineamientos que se han hecho y como se debe operar en estos casos.
“Natalia tiene su conferencia del perdón, donde ella tiene un conversatorio sobre renacimiento, transformación y el poder del perdón, el evento es también demostrar cómo después de una eventualidad se puede retomar la vida, se puede renacer de las cenizas, se puede recoger los pedacitos y volver armarse un mejor futuro, unas mejores metas”, manifiesta Viviana.
Impunidad
La impunidad ha sido latente en muchos casos de ataque con ácido. Tan solo en el caso propio, Viviana nunca pudo encontrar justicia. Ella asegura que en ese aspecto se ha mejorado pero falta.
“Tenemos casos donde sí, tenemos casos donde no, eso es relativo, tenemos casos en el departamento del Huila, por ejemplo el de Ricardina, sigue en la completa impunidad, el caso Dayana donde uno de los agresores aún sigue suelto y ni siquiera se le ha dado condena al otro ya después de casi dos años y medio, entonces digamos que es relativo también, hay departamentos donde le dan mucha prioridad a esto”, se queja.
Para Viviana, es muy importante que hoy en día, la sociedad ya mire con otros ojos el fenómeno de los ataques con ácido, ya que esto ha permitido que haya normatividades más estrictas al respecto. La Ley Natalia Ponce de León, sancionada en 2015 permite que hoy en día, los causantes de ataques con ácido puedan purgar penas entre 30 y 50 años de cárcel.
Durante estos años ha ayudado a otras mujeres a superar la trágica experiencia.
Su rostro quedó desfigurado con el ataque. Foto: Elmundo.es
Viviana es hoy una mujer renovada y empoderada.