La Nación
La importancia de dejar huella 1 3 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La importancia de dejar huella

Consuelo Serrato de Plazas

 

¿Qué representa para el ser humano dejar huella en la vida?

El Diccionario de la Real Academia Española define el vocablo huella como “señal que deja el pie del hombre o del animal en la tierra por donde pasa”.

Dejar huella debería ser parte de nuestro propósito en el camino por la vida. Es un proceso que día a día se construye con esfuerzo, disciplina, constancia y dedicación que lo lleva a trascender con hechos y acciones aportando lo mejor de sí mismos con el propósito de impactar de manera positiva en la vida de las personas que nos rodean.

Al respecto cabe destacar que desde el momento mismo del nacimiento los hijos traen consigo una impronta genética y es a partir de los factores hereditarios que los padres estampan su primera huella. Con el transcurrir de los días inician su relacionamiento con el mundo exterior modelados en gran parte por la interacción permanente en la vida familiar hecho que condicionará de manera determinante el proceso normal de su existencia.

De todos es sabido que los padres se constituyen en educadores naturales por excelencia y fuente de aprendizaje emocional, moral y social. Tienen como misión indelegable forjar vínculos afectivos sólidos en la búsqueda por erigir un adulto seguro y autónomo capaz de afrontar con grandeza los desafíos de la vida. Pero ante todo se constituyen en referentes a través de sus acciones, actitudes y conductas.

Desde esta línea de reflexión cabría plantearnos ¿cuál es el legado que estamos dejando en nuestros hijos? O ¿Cómo nos gustaría ser recordados por nuestra descendencia?

Si realmente queremos marcar una huella en la vida de nuestros hijos es necesario fortalecer los vínculos afectivos.  Educarlos con el ejemplo siendo un modelo positivo digno de imitar como elemento esencial en el desarrollo de los valores. Contribuir a su crecimiento interior mediante el establecimiento de límites claros y coherentes encaminados a generar sentimientos de seguridad. Motivarlos en la cultura del esfuerzo y la responsabilidad que conduzcan a apreciar el valor de las cosas y medir las consecuencias de sus actos. Fomentar su autonomía a fin de adquirir habilidades necesarias para la acertada toma de decisiones. Guiarlos para que logren enfrentar las adversidades de la vida.

Ningún esfuerzo es demasiado cuando se trata de dejar huella en el alma de nuestros hijos. Acojámoslos con ternura como expresión del amor que les profesamos. Si aspiramos estar por siempre alojados en su corazón no los privemos de nuestra presencia activa y constante orientación pues tal como lo expresara el escritor Leon Battista “el mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día”.