La Nación
TECNOLOGÍA

La informática salva lenguas de extinción

La informática e internet se movilizan para salvar ciertas lenguas amenazadas de extinción, con equipos de lingüistas creando programas y diccionarios parlantes en línea, según los proyectos presentados durante una conferencia de ciencias en Vancouver. VANCOUVER, Canadá,   (AFP) – La informática e internet se movilizan para salvar ciertas lenguas amenazadas de extinción, con equipos de lingüistas creando programas y diccionarios parlantes en línea, según los proyectos presentados durante una conferencia de ciencias en Vancouver. Más de la mitad de unas 7.000 lenguas y dialectos que aún se hablan en el planeta habrán desaparecido de aquí al fin del siglo, víctimas de cambios culturales, de represión gubernamental y otros problemas, según estimaciones de los medios científicos. David Harrison, profesor de lingüística en la Universidad Swartmore (Pensilvania), es uno de los principales responsables de la creación de ocho diccionarios especializados en el marco de un proyecto auspiciado por la Sociedad National Geographic, que edita el célebre mensuario. Harrison presentó sus trabajos durante la conferencia anual de la Asociación americana para el avance de la ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés), que se realiza   en Vancouver.  “El efecto positivo de la globalización hace que hoy sea posible que una lengua hablada por pocas personas y en algunos lugares muy aislados tenga, gracias a la tecnología digital, una presencia y una audiencia planetaria”, explicó Harrison a la prensa al margen de la conferencia de la AAAS. “La extinción de lenguas no es inevitable”, insistió, revelando “una tendencia a la revitalización lingüística en estos diez últimos años en todo el mundo”. “Las pequeñas comunidades lingüísticas han sido confrontadas a la falsa elección de decirles que su lengua había sido superada y que debían renunciar a ella para poder abrazar la modernidad”, deploró Harrison.  Pero ahora, “esos grupos lingüísticos toman conciencia que ellos pueden también ser ciudadanos del mundo, aprender las lenguas globales como el inglés, conservando su lengua tradicional y los vastos conocimientos” ancestrales vinculados a ella, precisó. Los ocho diccionarios creados para cada una de las lenguas amenazadas sobre las cuales Harrison trabajó contienen más de 32.000 palabras en total.  Ellos tienen además fotos de objetos culturales y al menos 24.000 registros sonoros de frases y palabras pronunciadas por las personas que hablan corrientemente esas lenguas. Uno de esos diccionarios es del lenguaje Siletz Dee-ni, hablado únicamente en una tribu amerindia de Oregon (noroeste de Estados Unidos). Uno de sus miembros, Alfred “Bud” Lane, uno de los últimos en hablar comúnmente ese lenguaje, alabó los méritos de esta iniciativa. “El diccionario parlante es, y será, uno de los mejores medios de los que dispondremos para salvar el Siletz”, dijo Lane a la prensa vía teleconferencia.  “Enseñamos la lengua en la escuela del valle de Siletz dos días enteros por semana y ahora nuestros jóvenes aprenden más rápido de lo que yo había imaginado”, señaló este amerindio. Entre las otras lenguas contempladas en los proyectos de diccionarios de la Sociedad National Geographic, figura también la Matukar Panau de Papúa Nueva Guinea, hablada por 600 personas en sólo dos villas, y que nunca había sido escrita o registrada.