La Nación
COLUMNISTAS

La magia de la Navidad

La Navidad es algo tan grande que sin importar la edad nos traslada hacia el pasado, es un verdadero poder mágico.
 
Cada cual es libre de vivir la navidad como le plazca, pero dejemos a los niños que la gocen al máximo, y a los adultos volver a sentirse niños. Que sueñen, se ilusionen, amen, canten, rían y disfruten de estos días en amor, en familia y amistades.
 
Lo más acertado sería que en este mundo lleno de guerras, de luchas fratricidas y de odios, de recelos y de envidias, quienes lo deseen sea cuales fueren sus creencias o ideología, decidan vivir la Navidad como oportunidad para el reencuentro, la ilusión, la esperanza, el perdón y el amor. ¿Hay algo más precioso y gratificante que el dar y el recibir afecto?
 
Los regalos, los detalles y las atenciones con las personas más cercanas y familiares y con los niños, están cargados de buenas intenciones y esto sin duda es algo necesario porque: “sin ilusiones la humanidad moriría de desesperación”. Nos sostienen las ilusiones, la fe y la esperanza, como nos revitaliza y hasta rejuvenecen los detalles y las muestras de afecto de quienes nos rodean.
 
Existe gran variedad de costumbres y leyendas, de acuerdo con las zonas geográficas y países, en el nacimiento de Jesús, los ángeles y pastores, los Reyes Magos, el árbol de Navidad. Esta época que recuerda el nacimiento de Nuestro Salvador, está rodeada de figuras y acontecimientos mágicos y prodigiosos. Todo un mundo maravilloso, tan diverso del cotidiano, que cautiva en especial a los niños, en torno a la Navidad.
 
Los adultos, y mucho más los niños, esperan ansiosamente esta época por los regalos, las fiestas, las comidas y la venida del niño Dios.
 
Agradezco al Dios creador del universo, por darnos la vida, la salud, la inteligencia y la audacia, para sobrevivir en medio de tantas vicisitudes, propias de la humanidad y de nuestra época.
 
Para nuestra familia, colegas de prensa hablada y escrita, para nuestros queridos amigos y para todos los huilenses, nuestro abrazo fraternal.
 
Sin amor no hay paz, sin paz no hay libertad y sin libertad no hay… felicidad.   Miguel.rh12@hotmail.com