La Nación
COLUMNISTAS

La mala racha de Palermo

O son bestias, ingenuos o les puede el gusto por lo irregular. Pero algo pasa en Palermo, Huila. Sus últimos alcaldes han terminado enredados, salpicados con los organismos judiciales, algunos presos, otros sin terminar sus gobiernos como Orlando Polo Pimentel, el mandatario que fue separado de su cargo y quien fue mostrado a la prensa por el CTI de la Fiscalía, hasta donde él se entregó- no lo capturaron- porque financió con 700 mil pesos de la Alcaldía un paseo familiar a Cartagena. Estuvo en las Islas del Rosario con su esposa, aunque él trató de decir que fue a Bogotá a cumplir labores, pero también visitó durante horas La Heroica, regresó a la capital y volvió a ir en carro en tres días. He viajado en automóvil hasta la Costa y sé que es casi imposible. A Polo lo ‘pescaron’ y lo denunciaron sus opositores. Perdió el poder, quedó en su casa, encerrado, privado de su libertad por 700 mil pesos. Corrió con mala suerte. Hay otros mandatarios en el Huila más enterrados en el fango y siguen despachando. Definitivamente, la ley no opera tan rápido para todos.

Perdió Palermo. En últimas, por malo que sea  el gobernante, se afecta el municipio.

Víctor Ernesto Polanía- quien hoy tiene agallas para aspirar a la Alcaldía de Palermo-, también salió enredado. Su exesposa Yully Fernanda Trujillo lo traicionó y después que gozó de sus supuestos ‘libertinajes’, lo denunció por enriquecimiento ilícito. Lo condenaron, lo enrejaron y hoy está libre, tratándole de demostrar a los palermunos que él no es la persona que ‘pintó’ en la atmosfera su excompañera. Su poder y convencimiento se medirán en octubre, si sus enemigos no luchan por sacarlo a empujones del camino.

Y es que en Palermo, Huila, sí hay enemigos políticos de verdad. Se tumban, se atacan, se codean entre ellos. No saben ganar, menos perder. Quien gane lucha cuatro años contra una oposición encarnizada. Y la población- la que los sube al poder, dividida en su mayoría por Integración Conservadora y los godos del otro bando- espera ansiosa los avances del pueblo.

Helber Yesid Pinzón, exalcalde de Palermo, no se salvó. Y lo tocó el escándalo de TIGSA. Días después de la publicación de LA NACIÓN donde se destapó el hecho en 2007, él llegó a la oficina del periódico. Lo recuerdo con su  cabeza agachada reconociendo que había pecado por ingenuo, que había invertido millonarios recursos de regalías a una firma no autorizada. Hoy no puede salir del país por orden de la Justicia. ‘Chepe’, como le dicen, también fue engañado –eso dice él- por una empresa paisa que llegó al Huila, hipnotizó a alcaldes, construyó obras a medias y se esfumó hurtándose parte del dinero.

Hernán Vargas Méndez, mandatario antes que Polo, Pinzón y Polanía, también fue condenado por irregularidades en contratación. Estuvo preso, pero ya quedó libre. Él, quien se declaró víctima de la persecución política del pueblo y se arrepiente de haber sido alcalde, según me dijo un día en su casa, también encabeza el listado de los mandatarios a quienes la Alcaldía de Palermo les ha dejado más de un pésimo recuerdo.