La Nación
La nueva alcaldía 1 30 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La nueva alcaldía

El 15 de abril se instalaron las sesiones extraordinarias en el Concejo de Neiva, con el objetivo de debatir cuatro proyectos de acuerdo y un proyecto financiero en segundo debate. Los acuerdos tienen relación con un traslado presupuestal, una modificación al Consejo de Cultura, una autorización para construir un patrimonio autónomo para viviendas de interés social y facultades para la reestructuración administrativa de la alcaldía de Neiva, siendo esta última la piedra angular de todo gobierno para obtener resultados.

Luego de los primeros cien días del ingeniero Germán Casagua, muchos desean ver obras en ejecución para solucionar los huecos o mejores condiciones de seguridad ante los diferentes actos delictivos realizados en la ciudad. Es claro que cuando un mandatario llega al poder, desde el día siguiente empieza una carrera por mantener buenos niveles de aprobación, y por supuesto el discurso debe venir acompañado de ejecución, aunque se reciba un municipio desfalcado financieramente, con pérdida de categoría y endeudado.

La gente no quiere excusas, sino soluciones; y para eso la administración debería resaltar el contrato que se viene adelantando desde la Secretaría de Infraestructura para la recuperación de la malla vial en los puntos más críticos de la ciudad, o el proyecto C4, para crear un centro de comando, control, comunicación y cómputo que busca instaurar más de 300 cámaras de seguridad que ejercerá reacción inmediata para capturar y judicializar con pruebas a la delincuencia; sumado a otra serie de programas sociales que permitan recuperar el tejido social, que en mi concepto deberían concentrarse en las familias.

Para eso será clave tener un plan de desarrollo aterrizado a la realidad económica, social y política de la ciudad, el cual deberá estar listo antes de junio; y en especial una reestructuración que organice mediante un estudio técnico a la nueva alcaldía de Neiva, sin estos elementos es imposible crear resultados, cuando la mayor parte de recursos son gastados en funcionamiento, con secretarías que no generan mayor impacto.

El tiempo dirá que tan efectivos fueron los cambios realizados, acompañados de un control político riguroso y una ciudadanía consciente de nunca más volver al pasado; recordar los malos gobiernos no es un espejo retrovisor, es un espejo que nos debe producir náuseas repetir.