Aún hay tiempo de reorganizar la casa con miras a obtener mejores resultados el próximo 15 de junio, en segunda vuelta.
Y precisamente a eso vino ayer el congresista y director Nacional del Partido Liberal, Simón Gaviria.
El joven dirigente llegó a Neiva procedente de Casanare donde al igual que en la capital huilense presidió varias reuniones con dirigentes regionales de su partido pero también de otras colectividades.
De hecho, LA NACIÓN fue testigo de su encuentro con sectores de la Alianza Verde, Progresistas y de la Unión Patriótica con quienes de una vez selló un pacto de unidad.
¿Cuál es su expectativa en el Huila?
En el departamento del Huila tenemos una expectativa y una posibilidad de crecer inmensamente frente a la votación del presidente Juan Manuel Santos. Primero, las decisiones están mucho más definidas y más marcadas. El candidato Presidente está recibiendo adhesiones de por debajo de las piedras, ciudadanos preocupados, motivados de una manera u otra por la confianza que se tuvo en primera vuelta, no participaron tan activamente en el proceso pero ahora están llegando por chorros en el Huila y en todo el resto del país.
¿Vino a reorganizar la casa?
Estamos trabajando de manera muy intensa no solo con el liberalismo, sino también con el Partido de la U, con Cambio Radical, el Partido Verde, los sectores progresistas, del conservatismo, entre otros. Pero trabajando intensamente con la convicción real de que, primero, Colombia tiene que ser solidario con aquellos departamentos que están en la primera línea de combate con las Farc y que son los que sufren la extorsión, el secuestro, el terrorismo, que el fin del conflicto es el fin de las Farc.
¿Concretamente qué es lo que va a traer la consecución de la paz?
La paz nos va a dar un crecimiento adicional del dos por ciento que son 1.3 millones de empleos, crecimiento salarial real del cuatro por ciento y encima de eso 15 billones de pesos para inversión, sin recortar el presupuesto general.
En el Huila, en la mayoría de municipios el presidente Santos perdió la primera vuelta, ¿cómo recuperar esa confianza en una región que no ha creído en él?
Con trabajo, con confianza, con entusiasmo, con verraquera, con el conocimiento que la historia requiere un protagonista. Que estamos a pocos meses de cerrar el proceso de paz, y que si cerramos esta ventana son veinte años más de minas antipersona, de extorsión, muertos y de retraso económico. Por eso, la convocatoria que hacemos aquí en el Huila hoy, es que cada ciudadano sea protagonista en el cambio del país y protagonista en la posibilidad de cerrar el conflicto y tener una Colombia diferente.
¿Pero no cree que ha faltado más socialización de lo que está pasando en La Habana que es lo que finalmente ha provocado tanta desinformación?
Más que un tema de La Habana lo que tenemos que afinar es un diálogo serio con el país, sobre qué es la paz. La paz no simplemente como un concepto etéreo. Somos conscientes de que en la encuesta del Ministerio de Defensa se decía que en las zonas urbanas, solo el seis por ciento son afectados por el conflicto, en las zonas semirurales, el 22 por ciento, y en la zona rural, 60 por ciento. Aquellos ciudadanos que no son afectados por el conflicto, deberían ser solidarios con los que sufren la extorsión, que quieren progresar y no quieren más violencia. Pero también la paz es el fin de los impuestos de guerra y la posibilidad de tener 15 billones de pesos adicionales para rectificar muchas cosas, tener una compensación en materia de regalías, construir colegios, hospitales, distritos de riego, mejorar la calidad de la educación y transformar al país.
¿Cómo le pareció el cambio de discurso sobre la paz que acaba de hacer Zuluaga?
Es muy difícil de entender la lógica de Zuluaga. Primero, decía que paz sin impunidad, luego que acabaría los procesos, y ahora tras la reunión con Marta Lucía Ramírez, dio un giro totalmente diferente donde pone a los que negociaron El Caguán con el presidente Pastrana, a negociar el proceso de paz con Oscar Iván Zuluaga. Ahí está Camilo Gómez, Álvaro Leyva. La verdad es un giro muy radical, pasar de no proceso de paz, a empoderar los negociadores de El Caguán, pero además queda la impresión de que no existe convicción en las ideas.
Uribe acusó al presidente Santos pero finalmente no presentó pruebas, ¿qué sensación le deja esto?
Que era una cortina de humo para tapar lo del hacker, lanzaron acusaciones graves que no se materializaron en nada, y seguimos viendo episodios de cambio de posturas y en algunos casos, mentiras.
¿Cómo sería este país, si gana Zuluaga?
Queda un proceso penal muy complejo frente a las ‘chuzadas’, habría una polarización intensa, no habrá posibilidad de gobernar, va a llegar con un listado de venganza a periodistas, empresarios, van a ser cuatro años de infierno.