Con pancartas que mostraban mensajes de rechazo por la muerte del profesor Eduar Caicedo Quintero, quien laboraba en el Centro de Desarrollo Agroempresarial y Turístico del Sena en La Plata, se cumplió la marcha silenciosa con la que la comunidad en general expresó su descontento por los hechos violentos que se han presentado en los últimos días.
Desde tempranas horas en el parque La Pola se dieron cita ayer centenares de aprendices, instructores, directivos del Sena y estudiantes vinculados a través de los convenios de articulación con sedes de instituciones educativas oficiales, para adherirse a la marcha.
En el recorrido que inició aproximadamente a las 9:00 a.m., todos los asistentes vistieron trajes blancos y lucieron una cinta entrecruzada de color negro como signo de rechazo a la violencia.
Los marchistas recorrieron la Calle Sexta hasta la sede del Sena, de allí cruzaron a la Calle Tercera y descendieron al parque principal para culminar en el templo de San Sebastián, donde se ofreció una eucaristía a la memoria del ingeniero electrónico Eduar Caicedo Quintero.
Rechazo total
Guillermo Alvira, director del Sena en La Plata, dijo que con esta manifestación pública se pretende exteriorizar el rechazo de todos a este hecho violento. “Se pierde no sólo una vida, sino un gran hombre, un excelente instructor, una persona que se desplazaba desde el Valle del Cauca a compartir sus conocimientos y experiencias con los jóvenes de la región del suroccidente huilense y nororiente caucano. Ha sido una semana muy dura para la familia Sena. El dolor de lo que le ocurrió ha sido muy duro entre los aprendices y demás compañeros”.
El funcionario destacó la solidaridad que ha tenido la comunidad plateña ante esta situación y dijo que esperan que este tipo de situaciones no se registren más. “En nuestra institución estamos formando para la vida, para que nuestros aprendices tengan unas mejores oportunidades dentro del ejercicio laboral”, concluyó Alvira.
Los hechos
El ingeniero electrónico Eduar Caicedo Quintero había salido de la ciudad de Cali con destino al municipio de La Plata, donde se venía desempeñando desde el año 2011 como instructor del Centro de Desarrollo Agroempresarial y Turístico del Huila. En su tránsito por el municipio de Totoró (Cauca), al parecer fue abordado por delincuentes que lo asesinaron y le hurtaron la motocicleta en la que se movilizaba.