En entrevista con LA NACIÓN, la presidenta nacional de Camacol, Sandra Forero, habla de cómo ha sido el regreso a la vida productiva del sector de la construcción en el país. Dice que ha sido “ordenado”. Reconoce que la crisis impactará la demanda de vivienda.
Jesús Antonio Rojas Serrano
¿Cómo ha sido el regreso del sector de la Construcción a la vida productiva? ¿Cómo ha sido ese proceso en Bogotá y en otras regiones del país?
La reactivación del sector de la construcción de edificaciones inició su proceso gradual y ordenado en el 90 por ciento de los municipios y con intervenciones en implementaciones, adecuaciones y trabajos iniciales en obra. Este proceso se ha llevado a cabo de forma responsable cumpliendo con la implementación de los protocolos de bioseguridad y la adecuación de las obras.
¿Qué protocolos de bioseguridad deben darse para que los proyectos de construcción se reactiven?
A partir del 27 de abril las empresas iniciaron una etapa de implementación del protocolo de bioseguridad del sector. Este protocolo tiene tres pilares: la prevención, la contención y mitigación. Es un protocolo con estrictas medidas y de obligatorio cumplimiento en materia de bioseguridad, aislamiento social, comportamiento en espacios laborales y familiares, movilidad, protección personal, desinfección, higiene, turnos y programación de actividades, entre muchos otros frentes, que nos permiten cubrir los riesgos inherentes con acciones de prevención, contención, mitigación y respuesta inmediata. Sin duda es un protocolo integral que no sólo contempla medidas en el lugar de trabajo, sino que se extiende a medidas en el hogar y en la movilidad para garantizar una protección y prevención en todos los frentes que permita cuidar a los trabajadores y sus familias.
¿Quién va a verificar que esos protocolos se cumplan y evitar que decenas de trabajadores terminen contagios de coronavirus?
Lo más importante de este protocolo es su carácter de autorregulación y de nueva forma de actuar en el sector garantizando que las obras sean seguras. El compromiso con su cumplimiento es total, porque somos conscientes que la reactivación inteligente es posible y que es un llamado no sólo a volver a construir, generar empleo, desarrollo urbano formal y crear valor agregado para la economía, sino un llamado a anteponer los valores de la vida y la salud de nuestros trabajadores y sus familias, en cada una de las acciones involucradas en el desarrollo de las actividades del sector. Sin embargo, las autoridades territoriales son las que definirán los mecanismos de control y la entidad encargada para realizarlo.
¿Cómo será la movilidad de los trabajadores?
El protocolo cobija muchos frentes, entre esos el tema de movilidad. Bajo este aspecto, el protocolo promueve medidas que incentivan el transporte individual como la bicicleta, moto o vehículo particular. Cada obra debe contar con un plan de movilidad que disminuya el uso del transporte público masivo, con el propósito de minimizar el uso de transporte público.
¿Qué tanto impacto tendrá en la economía colombiana el reinicio de actividades del sector de la Construcción? ¿Qué cifras proyectan?
El sector ocupa de manera directa e indirecta el 14 por ciento del total de trabajadores del país, con la reactivación colaborativa e inteligente del sector constructor dará la posibilidad a más de 1.6 millones de personas retomar sus labores y garantizar el sustento para su familia. Cerca de 2 mil frentes de obra y 7,8 millones de metros cuadrados de edificaciones irán retomando sus actividades de manera paulatina, las cuales representan inversiones cercanas a 9 puntos porcentuales del PIB. La actividad del sector se encadena con el 54 por ciento del aparato productivo lo que reactivará la demanda de insumos en más de 34 sectores industriales y comerciales.
Algunos se preguntan: ¿Para qué reactivar obras de vivienda, si la gente no va a tener dinero con toda esta crisis?, ¿Ya pensaron en eso?
Desde luego. En los escenarios sectoriales se han tenido en cuenta todos estos factores y hay un riesgo inminente en la demanda, dado el contexto actual. El choque en el ingreso de las familias impactará la demanda, pero debemos entender que nuestro modelo de preventa hace que lo que estamos construyendo hoy fueron las decisiones de inversiones de los hogares hace 18 meses, o más, y por eso es fundamental honrar los compromisos comerciales y terminar la construcción de las viviendas.
¿Tiene conocimiento si ya hay casos de empresas de la construcción en el país que definitivamente hayan decidido cerrar?
No. Por ahora no tenemos registros oficiales de cierre de compañías y esperemos que eso no se dé. Es muy grave para el país y el empleo tener destrucción del tejido empresarial.
Como presidenta del Consejo Gremial Nacional y tras más de un mes de cuarentena, ¿Qué tan pesimistas son sus pronósticos sobre la economía en la era poscovid?
Los escenarios no son alentadores; se espera que la economía colombiana tenga un retroceso superior al 2.5%, y las estimaciones preliminares en materia de ocupación señalan que podemos superar el 15% en la tasa de desempleo en el país. Debemos prepararnos y actuar oportunamente desde la política económica para hacer frente a esa coyuntura.