Esta norma es un postulado de la política monetaria y fiscal neoliberal tendiente a controlar la inflación mediante incrementos moderados y límites al gasto público para que la emisión monetaria requerida no dispare el nivel de precios. El sistema capitalista contemporáneo presenta dos modalidades, el Keynesianismo o intervencionismo estatal cuyo objetivo central es lograr el pleno empleo, y el liberalismo económico de los clásicos cuya versión moderna (neoliberalismo) tiene entre sus principales fines el control de la inflación. Hasta finales de la década de 1920 el mundo capitalista operó bajo los principios de la economía clásica, pero por fallas sistémicas llegó la llamada Gran Depresión económica cuya falencia más sensible fue el altísimo desempleo, superior al 50% que no solucionó el sector privado; entonces surge el capitalismo intervencionista liderado por el economista Jhon M. Keynes; estas políticas estatales aplicadas en muchos frentes lograron la recuperación económica y aumentos en el nivel de empleo, este intervencionismo operó desde la década de 1930 hasta la década de 1980; por varias razones en especial por altos niveles de inflación y presión de la banca internacional, nuestro país acogió la política neoliberal desde 1990.
Hace más de tres décadas practicamos la sostenibilidad o regla fiscal, logrando una inflación entre 5 y 10% en la mayor parte de los años, cuando anteriormente con el Estado intervencionista fluctuaba entre 20 y 30%. Los bajos niveles de inflación tendrían su costo, consecuentemente como el aumento real del gasto público fue inferior al crecimiento poblacional y las demandas de la creciente fuerza de trabajo, se aumentó dramáticamente el desempleo real, la informalidad y la inequidad. Una tendencia especialmente en países de bajo desarrollo ha sido la dificultad para erradicar al mismo tiempo dos grandes flagelos, desempleo e inflación (las medidas son contrarias), es decir el Estado intervencionismo aumenta gastos acude a emisiones, logra reactivación, reduce desempleo pero la inflación se dispara, mientras que el Estado neoliberal aplica regla fiscal controla inflación pero incrementa desempleo e informalidad.
Petro ha sido coherente en su promesa de cambio en política ambiental pero no en aspectos socio-económicos básicos, cambia el nombre de las ayudas pero sigue la política asistencialista propia del neoliberalismo, cambian las formas de estímulos al empresario pero continúa con la política desarrollista neoliberal. Si el actual modelo es intocable como lo condicionó Santos en el Acuerdo de Paz los cambios serán minúsculos e inocuos, pero si se propone desconocer la regla fiscal, esto sería un cambio sustancial para bien o para mal, pues se podría reactivar la economía y aumentar la ocupación por el mayor gasto público pero lo más probable es que se aumente el nivel de precios, salvo que se acierte en una política para aumentar producción y así amortiguar los niveles de inflación en el mediano y largo plazo.