La venida del presidente Gustavo Petro al Huila el viernes 3 de mayo pasado, acompañado de la Ministra de Agricultura, para dar comienzo en El Juncal de Palermo, a la construcción del Molino de Arroz que les permita a los productores de AsoJuncal y otros municipios del norte del Huila, tener su propia planta agroindustrial para los procesos de limpieza, secado, molinada, empacado y venta del arroz blanco, uno de los productos de mayor consumo en la mesa colombiana, sirvió para que en las intervenciones del presidente Petro y del gobernador Villalba, se revivieran proyectos muchas veces acariciados en el Huila, pero nunca ejecutados, como aquel de una Universidad del Café, dada nuestra posición como primer productor nacional del grano, una fábrica de abonos, aprovechando que el departamento tiene las mayores reservas de fosforita y dolomita, la recuperación del ferrocarril, lamentablemente abandonado desde 1985, que nos permitiría una conexión con los océanos Pacifico y Atlántico, aprovechado la proyectada rehabilitación del ferrocarril que partiendo de Buenaventura, llega a Girardot y termina en Barranquilla. La Recuperación de la vía férrea Neiva Espinal seria de baja inversión, dado que los terrenos por donde operaria, son los mismos del viejo ferrocarril que aun pertenecen a la Nación. Adicionalmente esto reduciría costos del transporte tanto de carga como de pasajeros, mejoraría la seguridad y reduciría tiempos de locomoción.
Estos proyectos sumados a otros agroindustriales, para generar valor agregado a la producción agropecuaria, que contribuya al fortalecimiento de este sector en la región en rubros como el frutícola, el piscícola, el ganadero, el avícula, el cacaotero, etc., serían de verdad factores para un despegue económico de la región, en momentos en que un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para Desarrollo (PNUD), da cuenta que nuestro departamento no ha logrado recuperar su Índice de Desarrollo Humano de la época pre pandemia que estaba en 0.689 y para el presente año (2024) ha caído al 0.684.
En el caso de la Universidad del café, para la cual el Comité Departamental de Cafeteros ha ofrecido las instalaciones de la Concentración Jorge Villamil Ortega en Gigante como sede principal y que desde el año 2018 mediante un convenio de Fedecafé y la Gobernación del Huila, se convirtió en el Centro Tecnológico del Café, ahora redefinido como Universidad del Café, es hora de iniciar su verdadero despegue. Recordemos aquí que mientras en nuestro sector urbano el 25% de la población logra obtener un título profesional para el trabajo, en el sector rural ese porcentaje está por debajo del 10%. Modernizar nuestro campo significa elevar sustancialmente el nivel educativo de la población. Para eso podemos aprovechar la existencia de 29 colegios de bachillerato agropecuario, donde mediante ciclos propedéuticos, y en convenios con el Sena, la Unad, la Usco y otras instituciones de educación superior, podrían fomentarse carreras técnicas, tecnológicas y profesionales, en áreas afines al desarrollo regional.