Un inesperado banderillazo de la Corte Constitucional terminó condenando a la Universidad Surcolombiana a una interinidad sin fin. El penoso calvario la precipita al despeñadero de la desacreditación, sino logra su urgente resurrección.
RICARDO AREIZA
unidadinvestigativa@lanación.com.co
La Universidad Surcolombiana, como el rey de burlas en que ha sido convertida, avanza lentamente malherida, hacia el penoso cadalso de la inestabilidad.
Con una corona de espinas, azotada, escupida y maltratada, por ‘soldados’ de distinto rango, como lo relata el pasaje bíblico, la Usco recorre silenciosa el tortuoso calvario de la interinidad. Triste pero real.
Al increíble escenario de la avalancha de tutelas que ha soportado en las últimas semanas se sumó ahora un inesperado ‘banderillazo’ de la Corte Constitucional.
La sala plena con ponencia del magistrado José Fernando Reyes Cuartas, ordenó la inmediata suspensión de la cuestionada consulta estamentaria, hasta tanto se profiera una sentencia definitiva en otra tutela que había interpuesto la candidata Nidia Guzmán Durán, para presionar por vía judicial, el retorno forzoso a su cargo, del cual fue relevada hace dos años por irregularidades en su selección.
Además, la Corte, decretó la suspensión de términos en este expediente por el término de un mes. “Contra esa decisión no procede ningún recurso, confirmó Martha Victoria Sáchica Méndez, secretaria General de la corporación.
La historia
La ex rectora y actual candidata a la rectoría acudió a la tutela contra la Sección Quinta del Consejo de Estado, buscando su retorno al cargo, lo que resultó fallido.
La funcionaria pidió que se dejara sin efecto la sentencia de única instancia proferida el 10 de octubre de 2019 que decretó la nulidad de su irregular designación.
Pero además, insólitamente, reclamó la nulidad del auto aclaratorio de proferido el 23 de octubre de 2019, ordenando la convocatoria de un nuevo proceso la elección del rector en propiedad, en el que viene participando activamente.
La tutela, respaldada por el rector encargado, Pablo Bahamón, fue admitida el 3 de diciembre de 2019 por el Consejo de Estado, por cumplir con los requisitos.
El abogado Gustavo Garrido, quien coadyuvó la demanda, pidió adicionalmente como medida cautelar la suspensión del fallo que la dejó por fuera de la Rectoría y por lo tanto, reclamó, el reintegro.
De entrada, la Sección Segunda del Consejo de Estado rechazó la solicitud de suspensión del fallo que la relevó de la rectoría y luego rechazó la tutela, objeto de la nueva polémica.
“No es dable a la señora Guzmán Durán que a través del mecanismo excepcional del amparo constitucional, pretenda obtener una revisión de instancia respecto del estudio normativo efectuado por la Sección Quinta de esta corporación”, precisó la Sala con la ponencia del magistrado César Palomino Cortés.
“El análisis normativo efectuado en la sentencia acusada le permite inferir a la Sala que el Consejo de Estado (Sección Quinta), efectuó una interpretación normativa coherente”, precisó.
Vacante confirmada
El Consejo de Estado decretó finalmente la nulidad de la elección de la rectora de la Universidad Surcolombiana y dispuso su separación definitiva del cargo. La corporación ordenó además que la Usco debía iniciar un nuevo proceso para designar al rector en propiedad.
La nueva providencia estimó que la postulación y designación de Guzmán Durán, se realizó en contravía de lo preceptuado en el mandato constitucional del artículo 126, que prohíbe el intercambio de favores, como quedó demostrado en el proceso.
El banderillazo
El fallo de tutela pasó para una eventual revisión de la Corte y la corporación, la escogió por relevancia constitucional.
El ex magistrado de la Corte Constitucional Jorge Iván Palacio Palacio, representará a la señora Guzmán Durán, en esta instancia, lo que llamó poderosamente la atención de sus críticos, no solo por los cuantiosos honorarios que debe cobrar, sino, por los poderosos intereses que se mueven al más alto nivel, en una consulta regional que aparentemente, no tenía relevancia nacional.
Aunque la Corte Constitucional, con seguridad, no revocará la tutela fallada por el Consejo de Estado en marzo del año pasado, la sorpresiva decisión proferida en esta crítica coyuntura, colocó a la Usco en un atolladero.
La orden de suspensión de la consulta estamentaria, hasta tanto se profiera una sentencia definitiva, puso a la Usco, ahora sí, en una interinidad sin fin.
De hecho, la revisión de la tutela no será rápida ni tendrá la urgencia deseada para destrabar el proceso eleccionario, ya que no cumple, para comenzar, el requisito de inmediatez, lo que supone que el término para fallar será “prudente y razonable”.
Sin embargo, el reglamento interno, contempla que el magistrado, José Fernando Reyes, si lo considera podrá decretar pruebas, que podrá recaudar en un término de seis meses.
En estas condiciones, la consulta estamentaria aplazada en tres oportunidades en un año, no podrá realizarse antes de este tiempo, prudencialmente estimado. Carolina Guzmán Ruiz, delegada de la Ministra, tendrá que liderar la invalidación de la terna o su recomposición.
Lo que sigue
Sin que se haya resuelto la tutela que instauró el médico Luis Alberto Cerquera, conocida como ‘El Cerquerazo’, ni la segunda instancia de otra tutela presentada entre otros por Miller Dussán, la consulta estamentaria, colectivamente vilipendiada, recorre presurosa el viacrucis de la incertidumbre.
El plazo final, sin duda, lo impondrá la Corte Constitucional, que la puede crucificar, como muchos actores lo pregonan, o, la puede resucitar, como otros sectores lo reclaman.
Terna en crisis
Los escandalosos episodios, asociado a la indebida intervención de la Alcaldía para frenar el proceso sin tener autorización previa del Ministerio del Interior, y una nueva orden judicial, ocasionó la primera renuncia.
“Hoy un año y medio después de este tormentoso recorrido entendimos que nuestro ambiente parroquiano los ideales académicos no pueden superar a las vanidades y obsesiones de los seres humanos y mucho menos de los intereses de la clase política regional”, estimó Gutiérrez, el jueves pasado, al presentar la dimisión irrevocable.
“Las recientes acciones malintencionadas que han ocasionado sucesivas interrupciones en el cronograma establecido para la realización de la consulta estamentaria que permitiría finalizar el proceso y acabar con la interinidad en la institución, nos indican que existen fuerzas muy poderosas con oscuros intereses para hacerse con el control de la universidad al punto de que se entretejió una estrategia ‘para darnos contra el mundo’ poniendo en riesgo nuestra trayectoria académica, nuestra honorabilidad y hasta nuestra integridad física.
“Ante las mencionadas circunstancias por la altura académica que nos ha caracterizado y con el ánimo de que prevalezca el respeto y el prestigio de la Universidad Surcolombiana presento ante ustedes renuncia irrevocable como integrante de una terna”, concluyó el candidato.
No obstante había otro tema que ponía en aprietos su aspiración. Según el examen de las hojas de vida de los tres ternados, Gutiérrez Guzmán, no cumplía con su experiencia administrativa.
Pese a su amplia trayectoria como investigador y su experiencia académica, Gutiérrez Guzmán no cumplía los años requeridos en cargos administrativos, lo que podría enredar su elección, como ocurrió con el médico Cerquera, cuyo nombramiento fue revocado un año después de haber asumido el cargo. Además, otros dos escándalos mediáticos, aun no esclarecidos empañaban también su imagen.
Principio del fin
Contrario a lo que se pensaba, la renuncia de los demás aspirantes, no se dio.
El ex director del Sena, Luis Alberto Tamayo, sin mayor consenso en la comunidad universitaria, en medio de la tormenta mantiene su aspiración. Su eventual renuncia a la terna no está confirmada.
Un contrato de consultoría firmado con la Cámara de Comercio para asesorar el proyecto ‘Orange’ no lo sacará de la consulta, como se rumoró.
“No he tomado ninguna decisión, estoy buscando una decisión consensuada como mi equipo. Nos vamos a pronunciar con serenidad pero con contundencia”, explicó. Tamayo viajará a Boston (Estados Unidos) en esta temporada de Semana Santa.
“La consultoría fue una casualidad, que en nada me inhabilita y a la que puedo renunciar en cualquier momento. Sin embargo, le garantizo que termino el contrato y la consulta no se ha desenredado”, dijo.
El contrato de prestación de servicios No. 040 de 2021 se firmó el 23 de marzo de 2021, por cinco meses, por un valor de 30 millones de pesos. “Es un contrato de prestación de servicios, no un contrato laboral y en cualquier momento puede renunciar a su contrato de ser rector puede simplemente renunciar al contrato”, expresó Ariel Rincón, vocero de la Cámara de Comercio.
Por su parte la señora Nidia Guzmán, con un claro apoyo político y gubernamental, persistirá en quedarse.
La docente, promotora de la avalancha de tutelas para frenar la consulta, hasta el momento mantiene la aspiración, pese a los escándalos de los que ha sido protagonista.
La suspensión indefinida de la consulta, el objetivo de la ‘tutelatón’, parece favorecerla.
La estrategia
Esta semana los estudiantes y docentes saldrán a receso por la Semana Santa. El 5 de abril próximo, al regreso a clases, habrá terminado el segundo encargo del rector Hernando Gil Tovar y en consecuencia, el Consejo Superior, tendrá que escoger un nuevo rector por otros seis meses.
La meta es buscar un rector amigo, que les abone el camino. Por lo menos, dos de los consejeros afines, destaparon en enero pasado, su primera carta al postular al candidato amigo. Pero este escenario, aunque demorará, puede cambiar.
El Domingo de Ramos, puede anticipar, la fiesta de la resurrección.
La Corte Constitucional, defensora de la autonomía universitaria, sin duda, podrá despejarle el camino y sacar del escenario a los actores foráneos, dirigentes políticos, precandidatos o servidores públicos que, queriendo salvarla, la van empujando al despeñadero de la desacreditación.
Colofón santo
“Después de los azotes que fueron posteriores a los falsos juicios, y antes de que Él fuera crucificado, los soldados romanos “pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha, e hincando la rodilla delante de Él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, rey de los judíos!” (Mateo 27:29; Juan 19:2-5).
¿Coincidencia?