Líderes campesinos de una zona rural del municipio de Colombia, en el norte del Huila, denunciaron públicamente una nueva exploración y explotación petrolera que afectaría su ecosistema. Ellos afirman que los entes gubernamentales no les ponen atención y dicen estar solos.
Como no es Neiva, ni están explotando Las Ceibas, a las autoridades ambientales no les importa. Eso creen los pobladores de Santa Ana, norte de Colombia, Huila, una localidad donde también una firma petrolera tiene intereses en explotar petróleo de su zona, un territorio árido, casi desértico, pero que en medio de la sequía se siembra papa, yuca, frijol y hasta café por las condiciones climáticas.
Hasta los niños han sentado su voz de inconformidad.
Esa misma comunidad, a la que los políticos visitan en épocas electorales, como ellos denuncian, es la que hoy está alarmada. La firma Canacol Energy le fue adjudicado el contrato COR 11 y le permitirá explorar y explotar crudo en zonas aledañas al Río Cabrera, Río Riachón, Quebrada La Negra, La Danta, La Guamaluna, La Lejía, La Palma, El Lindero, entre otros.
Claudia Patricia Firigua Peña una de las líderes campesinas del sector dio a conocer públicamente lo sucedido. “Estamos denunciando en nuestra región la exploración y posible explotación petrolera, ya que contamos con recursos naturales vitales para nuestro vivir. Sabemos que esto genera unos impactos negativos ambientales sociales y económicos por lo tanto no estamos de acuerdo que la empresa Canacol Energy entre a realizar estos trabajos”, dijo.
Son más de 2.500 personas que resultarían afectadas solo en la zona rural del municipio de Colombia.
La voz de alerta se presentó luego que algunos funcionarios de la empresa petrolera realizaran la socialización del proyecto con las comunidades. “Ellos en estos momentos están adelantando ese proceso con las personas, pues ellos manifestaron la idea de entrar a explorar en la región, eso es en algunas partes de las veredas de Dolores (Tolima) y la mayoría del proyecto está ubicado en Santa Ana, zona rural de Colombia (Huila)”, dijo la líder campesina.
Más de 2.500 campesinos se verían afectados solo en las 17 veredas de Santa Ana, sin contar los labriegos del vecino departamento del Tolima. “No estamos de acuerdo porque será explorado el río Cabrera, que es la fuente de abastecimiento de la región. Nos han dicho que van a utilizar maquinaria de lo último que ha salido, pero no nos han dicho ningún impacto ambiental a lo que conlleva el hecho exploratorio”, afirmó Firigua Peña.
La comunidad se niega rotundamente a cualquier actividad petrolera.
En tiempos de sequía es muy difícil conseguir agua por las condiciones climáticas y de claro en la región, por eso los campesinos quieren cuidar las reservas de agua. “Tenemos mucho miedo y tristeza que el agua que abastece nuestra región se nos profundicen y las consecuencias sean las mismas que en el Casanare, que todos quedaron sin agua. Tenemos miedo que se mueran los animales y riquezas naturales de la región.
Con estos carteles la comunidad manifiesta su inconformidad.
Hasta el momento ningún ente oficial o gubernamental se ha pronunciado, solo el Senador Hernán Andrade se puso al tanto de la situación, pero nadie le has blindado el apoyo adecuado. “Nosotros hemos dicho que vamos a hacer lo posible para que esto no suceda, la comunidad está toda en desacuerdo y hemos hecho lo posible para que esto no suceda. Ellos dicen que sí hay que hacer una manifestación y desplazarnos hasta Neiva o donde nos toque, lo haremos”, aseveró la mujer.
Las instituciones educativas también se unieron a la protesta.
Por últimos se afirmó que algunos funcionarios de la empresa petrolera estarían utilizando algunos métodos de persuasión cuestionados. “Hay algunas personas que manifiestan que han sido amedrantados, cuando han ido a firmar los permisos que ellos requieren para pasar por dichos predios. Les han dicho que sea como sea, ellos van entrar, que esto es un hecho, por eso la gente se atemoriza y firman estos permisos”, concluyó la vocera rural.
Las comunidades han socializado la importancia de proteger sus recursos naturales.
Los pequeños tienen claro cuáles son las afectaciones de la explotación petrolera.
Este sería uno de los afluentes afectados donde los niños defienden su derecho a la vida.
