POR: CLÍMACO SÁNCHEZ CALDERÓN Pitalito fue el primero en tener un plan regulador en el Huila. Lo tiene desde 1.968 elaborado por la Universidad Nacional y debidamente aprobado por el Concejo Municipal. Por lo tanto, convertido en ley, de obligatorio cumplimiento. Sin embargo, uno de los puntos principales para descongestionar el centro de la ciudad, era trasladar la plaza de mercado de Aguablanca y convertir ese espacio de centro en plaza cívica, ha sido lamentablemente burlado. Algún alcalde para resolver las afujías que le produjeron los vendedores ambulantes que se tomaron la Calle Real, optó por la solución facilista de localizarlos precariamente, en las antiguas instalaciones de la Galería, hace ya varios años, eliminando impunemente ese espacio público que tanto necesita la ciudad. Fue tan descarado el atropello, que todavía se sigue llamando Plaza Cívica al vergonzoso mercado persa en que la convirtieron. No continúe señor Alcalde, con el proyecto de su antecesor, que pretendía cambiar la cubierta de la construcción existente para tornar permanente tamaño desaguisado. Ese espacio público lo necesita la urbe para descongestionar el centro, y liberar el parque central de actividades públicas que desvirtúan su uso. El parque central, debe tener como su nombre lo indica, una destinación contemplativa y no de actividades públicas. Estas deben ejecutarse en la Plaza Cívica. Por eso el centro de la ciudad está totalmente congestionado, y el deterioro del parque es incontenible. Empecemos con el rescate de la Plaza Cívica, hasta llegar de una vez por todas a ejecutar completo el plan piloto, que sin duda alguna convertirá a nuestro pueblo en un ejemplo urbanístico para el país. Otro punto para destacar en el plan regulador, es el parque longitudinal sobre la quebrada de Cálamo, que ya fue en parte cercenado con algunas construcciones en su perímetro. También por actuaciones facilistas de algunos alcaldes que no respetaron en este otro caso, el plan regulador. Comencemos ya Señor Alcalde, el rescate integral del Plan Piloto, y le aseguro que usted merecerá el reconocimiento de todos los Laboyanos. Con su alcaldía debe recuperarse el orgullo de pertenecer a este terruño. El resultado final será grande, como corresponde a un gobernante que tiene un conocimiento globalizado de lo que es la ciudad. Algo se hizo en el pasado por el progreso de la ciudad, y a fe, que no nos fue tan mal. Al contrario, los resultados son altamente positivos cuando se tiene en cuenta el Plan de Desarrollo. Un ejemplo contundente es el Hospital regional, cuando logramos cambiar la destinación de un auxilio Nacional para tapar las grietas del viejo caserón donde funcionaba el antiguo hospital, por la compra del lote de 8 Hectáreas donde se pudo construir el actual, que ganó un premio Nacional de Arquitectura, gracias a la generosidad del lote. Ese lote fue escogido por una comisión de la Universidad Nacional, en seguimiento al Plan Regulador que ellos mismos ejecutaron. Cabe destacar aquí, la generosidad de la Señora Rosita Molina de Barcias (Q.E.P.D.), que generosamente puso el lote, por su propia iniciativa, por tratarse del Hospital, en la mitad de su precio comercial. Ahí le dejo Señor Alcalde otra inquietud: un merecido reconocimiento para tan distinguida Dama, que si ningún alarde, ni pompa, contribuyó decididamente en esa obra tan importante para la ciudad y de la cual estamos orgullosos todos los Laboyanos. Solamente me resta, Señor Alcalde, desearle muchos éxitos en su gestión, para que reivindique de una vez por todas, la capacidad innegable de los Laboyanos para administrar su ciudad. Que la Virgen de la Valvanera lo ayude.