Ha hecho bien la Administración Departamental en adoptar medidas restrictivas en los municipios del Huila para este puente festivo de San Pedro, en aras de detener la cadena de contagios de coronavirus. Toque de queda nocturno y ley seca, son algunas de esas medidas.
Lo que hemos visto en las últimas semanas es una ola de indisciplina social. Primero, fueron las aglomeraciones por las manifestaciones sociales las que estimularon los contagios. Fueron muy pocos los que se atrevieron a salir a cuestionarlas y en ese caso, primaron otros intereses y no el cuidado de la salud.
Ahora, es el desorden en torno al ambiente sampedrino que se vive en la región el que puede desencadenar hechos fatales. Este ambiente lamentablemente ha sido alimentado desde las propias Administraciones Municipales que han desarrollados eventos masivos, desfiles y cabalgatas. También han autorizado conciertos, espectáculos musicales y otros eventos que, claramente, representan un riesgo en un momento crítico de la pandemia, en el que no sólo se están presentando muertes y contagios a diario sino que el sistema hospitalario literalmente colapsó.
El hecho de que hoy la ocupación de camas de cuidados intensivos esté casi que al 100% en la ciudad de Neiva —en el Hospital Universitario ‘Hernando Moncaleano Perdomo’ no hay una sola cama disponible—, refleja el demoledor impacto de la pandemia.
Todo este difícil momento alrededor de la crisis sanitaria debe despertar una profunda reflexión y movilizarnos de manera urgente hacia la responsabilidad y la prudencia.
Y como hemos dicho en reiteradas oportunidades desde esta tribuna, al final, serán más importantes las medidas de autocuidado que cada persona y hogar asuman para frenar esta ola de contagios.
La vida y salud de todos está en nuestras manos.