La Nación
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¿Las motos un mal necesario?

Según los fabricantes internacionales, Colombia es el tercer país del mundo con mayor crecimiento en el mercado de motos, superada solo por India y Pakistán. En el 20% de los hogares colombianos hay una moto. Corresponde a una por cada 8 habitantes. En este momento circulan por el país once millones de vehículos de motor; de ellos, 6 millones son motocicletas (54%). Por primera vez en la historia del país, en los últimos tres años, las motos han sobrepasado a automóviles, camiones y buses juntos. Se calcula que hay 10 motocicletas por cada taxi. Lo malo es que de toda esa cantidad de motos, solo la mitad se ha registrado legalmente; el resto, no tienen licencia, nadie les impone restricciones. Lo peor no es que la moto se haya vuelto informal ante la ley; lo peor es que la ley se volvió informal ante las motos. Atérrense: en el país solo la mitad de las motocicletas tienen seguro contra accidentes. Según el Fondo de Prevención Vial cada día mueren en Colombia un promedio de 8 motociclistas en accidentes, la mitad de ellos jóvenes de 19 a 25 años. El verdadero peligro radica en que, si se trata de un accidente de carro, el chasis lo protege a uno; en una moto, el chasis es uno. Los heridos en accidentes de motos le cuestan 30 mil de pesos anuales al sistema de salud. La imprudencia de los motociclistas, las altas velocidades y a veces el alicoramiento, dan como resultado fatales accidentes.

El mototaxismo no es una idea ni un invento nacional. Nació hace más de 30 años en los pueblos montañosos del Perú. Luego pasó a Buenos Aires. Ya se ha extendido por Europa; pero por allá las motos son más seguras y cómodas, porque tienen techo y tres ruedas. No se trata de estigmatizar socialmente al mototaxismo, sino de organizarlo, legalizarlo, que cumpla como un servicio más y entre a competir. En Neiva hay 25.000 motocicletas matriculadas, pero realmente ruedan como 80.000; una cifra muy alta que conlleva a que tengamos una alta tasa de accidentalidad; el 95% de los accidentes de tránsito son con motocicletas. Tenemos que insistir  en la Cultura Ciudadana: para que puedan interactuar cordialmente peatones, vehículos y motos; y prevenir todo tipo de incidentes. El equilibrio entre los grandes beneficios de las motos a los estratos 1,2 y 3; económica y socialmente hablando, y el comportamiento en las vías es complicado. Todos tenemos que contribuir, para que la movilidad no sea una tortura y una peligrosa prueba de obstáculos. Ya no es noticia decir que Colombia se llenó de motociclistas, que ocupan las calles de los sectores urbanos y rurales. Lo que sí es noticia, en cambio, es la desaparición en el sector rural de burros y caballos; la moto los remplazó y acabó con ellos. Ya no es más que un recuerdo “burroso”.