La Nación
EDITORIAL

Las muertes de ‘El Paisa’ y ‘Romaña’

Las muertes de ‘El Paisa’ y ‘Romaña’, los temidos exguerrilleros y cabecillas de las disidencias de las Farc, representan la caída de dos hombres que le hicieron mucho daño a la sociedad colombiana. Criminales de esa naturaleza tarde o temprano terminan abatidos o neutralizados por las autoridades. En este caso, ‘El Paisa’ y ‘Romaña’ fueron abatidos en suelo venezolano, al parecer, en enfrentamientos con otras estructuras armadas que se disputan el control del narcotráfico en el vecino país.

En el caso de Hernán Darío Velásquez, alias ‘El Paisa’, aún están en la retina de los huilenses dolorosos episodios como la masacre de los nueve concejales del municipio de Rivera o el crimen del exgobernador Jaime Lozada Perdomo. Fue ‘El Paisa’, quien al mando de la sanguinaria columna Teófilo Forero de las Farc, cometió toda clase de vejaciones como la explosión de la casa-bomba en un sector residencial de Neiva o la toma a sangre y fuego del Concejo del municipio de Garzón y que terminó con el secuestro del entonces concejal y hoy diputado Armando Acuña.

En otras regiones del país, ‘El Paisa’, a través de su comando armado, protagonizó el atentado terrorista contra el Club El Nogal de Bogotá; el secuestro masivo de los diputados del Valle del Cauca; el crimen de Liliana Gaviria, hermana del expresidente César Gaviria; el asesinato del gobernador del Caquetá Luis Francisco Cuéllar, entre otros múltiples hechos criminales.

También fue el artífice del asesinato de decenas de policías y militares, a través del denominado ‘plan pistola’ o emboscadas a unidades oficiales. Fueron años de terror los que ‘El Paisa’ impuso sobre el Huila y varias regiones colombianas.

Tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc, tanto ‘El Paisa’ como ‘Romaña’ tuvieron la oportunidad de transitar por el camino de la legalidad y resarcir el daño causado. Sin embargo, optaron por volver a empuñar las armas y fundar un grupo disidente para seguir imponiendo el miedo.