Eso es lo que confiesa uno de los estudiantes encapuchados que este jueves saboteó las elecciones a Consejo Superior Estudiantil de la Usco. Los universitarios lo detuvieron y lo hicieron hablar en las ágoras. Confesó que le pagaron.
LA NACION.com.co conoció un video que revela las declaraciones públicas en las ágoras de la Universidad Surcolombiana hechas por uno de los estudiantes encapuchados que este jueves saboteó las elecciones a Consejo Superior Estudiantil y donde una joven de 17 años, alumna de Contaduría Pública, terminó cortada en su brazo derecho con un machete.
Las imágenes captadas con un teléfono celular y que llegaron hasta la sala de redacción de este medio de comunicación, muestran al estudiante minutos después de ser detenido por sus mismos compañeros de universidad. Y ya, sin capucha, confiesa que le pagaron 50 mil pesos por sabotear los comicios electorales.
“Ustedes me conocen”, dice en las ágoras, con sus zapatos forrados con medias negras, jean y saco verde. “Me pagaron 50 mil pesos” y deja entrever que fue un estudiante de Educación Física.
“El objetivo es porque ellos –quienes le pagaron- no están de acuerdo con la terna para Consejo Superior. Eso fue lo que me dijeron”, dice el joven, quien minutos después se ve llorar.
“Diga nombres, diga nombres”, le gritan los alumnos universitarios que lo escuchan con ira. “Sea varón, diga nombres”, le repiten.
“Uno de mis compañeros me contó que habían lastimado a una compañera. No me di cuenta de eso”, expresa. “La macheta, la verdad, no sé de dónde la sacaron”, añade el estudiante, mientras dos de sus compañeros le atan sus brazos.
Quien le coge los brazos toma el micrófono y dice “para que se den cuenta que son unos pocos los que quieren sabotear nuestra universidad. Nuestra universidad no solo son capuchas y tira piedras…”.
Una dama toma el micrófono y pide que sigan con el proceso de elecciones estudiantiles. “Tenemos que demostrarle a la Universidad que en realidad hay un alto número de votantes dentro de la institución. Demostremos que sí tenemos democracia al interior de la Usco”.
El público en las ágoras sigue pidiendo que el estudiante revele nombres de quién le pagó los 50 mil pesos por sabotear los comicios. El joven no lo hace e intentan agredirlo, pero quienes lo sujetan con sus brazos lo defienden.