La Nación
Liderar con humildad 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Liderar con humildad

Javier Cabrera

 

Para muchos resultará extraño que precisamente yo, esté escribiendo sobre humildad, cualidad ajena durante mi vida. Es más, si la gente me describe resalta fácilmente mi vanidad y prepotencia, no mi  humildad. Característica que a decir verdad me llevó a cometer tantos errores en el pasado, con los difíciles costos personales que he tenido que asumir a lo largo de estos últimos años, y ante los cuales he pedido perdón asumiendo la vergüenza de mis acciones egocentristas y equivocadas.

Hoy, ese  aceptar que me equivoqué, ese pedir perdón,  la necesidad de  seguir luchando por recuperar mi camino, me llevó a reflexionar sobre la importancia de la humildad como valor, aplicado en lo que hacemos, decimos y mostramos. Aquella que falta en quienes solo critican,  denigran de los demás por sentirse escuchados o  socialmente aceptados, y  que obnubilados en su ego inventan historias sin saber su veracidad.

Humildad del  latín “humilis” derivado de “humus” que significa Tierra.  “Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades”,  “de clase baja u origen pobre,” ,   que “se aplica a la persona que tiene la capacidad de restar importancia a sus logros y virtudes”.

Todas definiciones acertadas, pero encontré una que me invitó a una reflexión propia, que para mi tiene mayor significado y me llevo a ver que la falta de humildad es el gran problema que tienen muchos de nuestros líderes.“ Ver a los demás, no como más  ni como menos importantes, sino como iguales”.

Pocos líderes entienden la humildad, en ese sentido, pocos saben que es la base de la política que exigen nuestros electores hoy en día. Manejan la política desde su ego, alejados y desde una realidad equivocada. Lideran desde las trincheras de su terquedad, manipulando y engañando, creyendo que todo vale con tal de ganar o mantenerse en el poder. Por falta de humildad no escuchan, no aceptan que se equivocan, no piden ayuda y para rematar, se rodean de quienes aplauden y no  critican.

No entienden que desde la humildad se lidera con el ejemplo, con ese ejemplo que los electores requieren para votar o elegir a alguien que piense en ellos. La humildad que conecta desde el ser autentico de una persona, que transforma e inspira, que es sincera y genuina. Esa humildad que tanto requieren nuestros líderes y ante la cual, por extraño que parezca, ellos se asustan y alejan.