Barbosa Vega es señalado de asesinar a la sobrina de su compañera sentimental, la menor de 4 años Sara Valentina Triviño, que estaba al cuidado de la pareja en una finca de la vereda El Vergel del municipio de Tello.
Según ha justificado siempre el procesado, la niña murió por problemas respiratorios que padecía y que se incrementaron por el clima de lluvias que imperaba en la zona y por miedo a que lo inculparan, botó el cuerpo en un lugar enmontado. Sin embargo, las autoridades buscan esclarecer las verdaderas causas de la muerte.
La Fiscalía por su parte indicó que llevará al juicio oral, fijándolo para los días 27, 28 y 29 de julio, citando a 54 personas para que rindan testimonio y 73 elementos materiales de prueba.
Dentro de los testigos está un recluso, compañero de Pavel, a quien éste le comentó las intenciones que tenía el sujeto con la niña. Al parecer, le habría dicho que pretendía venderla, según dijo el fiscal, sin dar mayores datos sobre esta nueva prueba.
La defensa de Pavel, por su parte, irá con cuatro testigos, incluido el mismo acusado.
Pavel cuidaba a la niña
La madre de Sara Valentina, la dejó al cuidado de su hermana María Camila de 15 años, quien además estaba en estado de embarazo de Pavel. Con ambos había permanecido por algunos meses en esa zona rural de Tello.
El 1 de mayo la jovencita debía chequearse médicamente y vino hasta Neiva, dejando a Sara con Pavel pero con la intención de volver ese mismo día, pero finalmente no pudo.
En la noche, a las 7:50 p.m. del 1 de mayo,
María Camila llamó por teléfono a Pavel Camilo Barbosa en la noche de ese día. Él le informó que la niña estaba bien y hasta habló con ella. “Tía, te quiero, llegue ya tía”, le expresó Sara.
Al otro día varias llamadas perdidas al teléfono de la tía de la menor alertaron. “Sara Valentina está perdida. Se extravío de la casa”, reportó Pavel, quien ocultaba la muerte de la pequeña. La familia llegó hasta Tello, y empezó su búsqueda. Los carteles con su foto inundaron calles, avenidas. Estaciones de radio hablaron del tema y los periódicos locales informaron de lo ocurrido.
Pavel dijo que buscaría a la menor, pero desapareció por un tiempo sin que nadie supiera de su paradero, entregándose a la Policía de Baraya diez días después. Lo hizo con dos familiares y suministró informaciones erradas sobre lo sucedido.
“No tengo nada que ver con la desaparición de Sara”, dijo. Y luego confesó el crimen y dio pistas del lugar donde reposaba el cadáver. En el sitio las autoridades hallaron pocos restos del cadáver, ya que había quedado a la intemperie y las aves carroñeras hicieron lo suyo.
Sara Valentina, menor muerta.