La semana anterior la bancada del Centro Democrático en el Senado lucía una camiseta con un eslogan “lo que es con Uribe, es conmigo” frase camorrera en épocas lejanas preludio de reyertas callejeras o en el alborotado tiempo de las luchas partidistas, pero me vino a la cabeza el título de esta columna, frente a la persecución que ha sido objeto, nuestro próximo alcalde de los Neivanos, Gorky Muñoz por parte de algunos que sufren con el éxito ajeno y de encopetados, olvidandose de donde vienen.
Soslayaban la aspiración de Gorky a la alcaldía por su humilde procedencia, como si todos los que hemos tenido ascenso social, no viniéramos de menos a más. Puedo señalar todo tipo de campaña negativa, guerra sucia, elementos descalificatorios, agresiones físicas y morales contra la campaña, el candidato y su familia. Se han utilizado estrategias electorales con ficticios sondeos de opinión, tratando de desvirtuar la favorabilidad de nuestro candidato. Versiones de atentados y amenazas contra la humanidad de Gorky, con objetos contundentes fue agredido el vehículo en que se movilizaba su esposa; La sede de la campaña y su publicidad han hecho “su agosto” los maleantes; indebidamente utilizan las redes sociales con mensajes insultantes, temerarios, virales y sistemáticos contra él y su causa; también una polémica y foránea Senadora vino a “juagarse” la boca con él. Se han inventado falsas investigaciones y al terminar esta semana rebosa la copa recurriendo a un vil montaje con documento ficticio dando a entender negociaciones burocráticas. Seguirán las agresiones y la persecución hasta el final, el día de la victoria de Gorky y de Neiva, porque los neivanos no les gusta, no permiten sucios argumentos de campaña propio de los sin argumentos, respondiendo, que “lo que es con Gorky, es con todos”.
Si un hijo mío estuviera aspirando hoy a la alcaldía de Neiva, también diría que el que más mérito tiene es Gorky, sin heredar nada, todo lo ha construido a pulso, con talento, inteligencia y el sudor de su frente, porque finalmente mi hijo podría haber heredado lo que yo he construido en mi vida pública.