La Nación
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Los amigos virtuales, Por Maritza Rocío López V.

Las nuevas tecnologías traen consigo una nueva modalidad de amigos, los amigos virtuales, Las nuevas tecnologías traen consigo una nueva modalidad de amigos, los amigos virtuales, aunque esta modalidad resulta un tanto discutible. No existen amigos reales o irreales, no hay amigos a ratos, no existen los malos amigos, sólo alguno que han dejado de serlo o que nunca lo fueron.  Un amigo es aquella persona dispuesta  a escucharnos, celebrar nuestros triunfos, compartir nuestras alegrías y fechas especiales, siempre está presente a pesar de la distancia y el tiempo. Los amigos virtuales abstraen a la persona de la realidad, proporciona una identidad libre de apariencias, ayuda a aliviar la soledad cuando se experimentan sentimientos de rechazo familiar o social.  En la vida online todos son iguales, sin importar la condición socioeconómica, el color de piel, las creencias religiosas, la ropa que se usa, el lugar donde se vive, la edad o el sexo. Sin embargo aunque esa amistad traspase el monitor y haga palpable lo virtual, no significa que sea más real o confiable. Esta nueva etiqueta de las relaciones humanas, puede llevar a la persona a olvidar lo enriquecedor del encuentro cara a cara con los demás, a creer falsamente que este tipo de amistades remplazan al contacto humano real, a encerrarse en una especie de existencia paralela, a no ser conscientes de los riesgos que trae subir fotografías –propias o ajenas que reflejen situaciones de intimidad o compartir información personal que puede ser usada de manera abusiva por otros. La recomendación para los padres de familia es establecer un diálogo sincero con los hijos. Conversar con ellos acerca del uso que hacen de Internet, estar al tanto a las páginas que visitan, saber con quiénes chatean, qué información suben a sus sitios, acompañarlos en situaciones difíciles que se les presenten, ayudarlos a distinguir el tipo de información puede ser pública, quién puede llegar a verla, el significado de la privacidad y prestar mayor atención a aquellos factores que influyen en la formación y crecimiento de los hijos, dentro de los cuales se encuentran el Internet. Los padres de familia deben cuestionarse acerca de la velocidad con que los avances tecnológicos atropellan la cotidianeidad, establecer si realmente se conoce o no, lo que los hijos hacen en la red de información, conocer, verificar el manejo que se está dando a esta poderosa herramienta de información y reconocer los riesgos que trae consigo, especialmente lo referente a la pornografía, el fraude virtual o la intromisión abusiva en los asuntos privados del usuario de las redes sociales.