La Nación
“Los cambios a Mi Casa Ya se mantienen” 1 17 mayo, 2024
ENTREVISTA

“Los cambios a Mi Casa Ya se mantienen”

La ministra de Vivienda, Catalina Velasco, habla de nuevo con LA NACIÓN y defiende los cambios a Mi Casa Ya. Echa pullas a Camacol y dice que el programa, ahora, tiene en cuenta no sólo a las familias más pobres sino a los constructores pequeños y medianos. También habla sobre el futuro de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para Neiva.

Jesús Antonio Rojas Serrano

editorgeneral@lanacion.com.co

La ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio, Catalina Velasco, ha aprovechado su tercera visita al Huila en menos de un año para hablar de nuevo con LA NACIÓN.

Dice que los polémicos cambios al programa Mi Casa Ya se mantienen y al lanzar dardos a la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, advierte que el programa, ahora, tiene en cuenta no sólo a las familias más pobres sino a los constructores pequeños y medianos.

Es su tercera visita al Huila como Ministra de Vivienda, ¿a qué se debe?

Venimos al Huila como recorremos todo el país; este es un gobierno de las regiones, de los municipios y de las comunidades, y yo particularmente me la paso recorriendo Colombia. Es la tercera vez que estamos aquí; la primera vez inauguramos un colegio en Neiva; también he estado en Pitalito y Acevedo y esta semana estuve nuevamente en la capital del Huila y dos municipios. Estuve en San Agustín, en donde supervisamos el funcionamiento de un alcantarillado de aguas lluvias y entregamos unos títulos de propiedad; sin título es tener una casa en el aire. Y estuve en Gigante entregando un parque con el diseño más bonito de los que hemos entregado este semestre.

 ¿Qué hay para Neiva?

Neiva es un ejemplo maravilloso de proyectos de vivienda de interés social nuevos. Nos ha gustado siempre el macroproyecto que aquí se ha desarrollado; yo digo que es ejemplo a nivel nacional porque no todos avanzan así. Con las transformaciones que le hemos hecho al programa Mi Casa Ya, encontramos que ciudades como Neiva tienen una mejor oportunidad de recibir subsidios para vivienda nueva. Otro programa que queremos implementar aquí es el de mejoramientos de vivienda. Por supuesto, la vivienda nueva sigue siendo un jalonador de la economía, pero hemos volteado nuestros ojos hacia esas viviendas que están en malas condiciones físicas; se trata de casas a las que les faltan los pisos o malos materiales. Queremos avanzar mucho en Neiva con el programa Cambia Mi Casa.

Sobre Mi Casa Ya, ¿cuál es el panorama hoy, a casi 11 meses del gobierno de Gustavo Petro?

¿Qué problema tenía Mi Casa Ya? se les dijo a los constructores —y ellos a las familias— que había disponibilidad infinita de recursos para subsidios y eso realmente fue un problema serio porque sin soporte presupuestal, sin recursos dispuestos formalmente, las constructoras y las familias avanzaron. Encontramos ese desorden de unas expectativas que no tenían un soporte presupuestal. Lo primero que hicimos fue garantizar los recursos. Por primera vez en la historia, el Plan de Desarrollo del presidente Petro ha dispuesto 50.000 subsidios anuales para un total de 200.000 subsidios; esto no había pasado nunca antes. El objetivo es mantener el ritmo de crecimiento del sector y responder a esas familias que se ilusionaron y se embarcaron con la compra de su vivienda.

“Los cambios a Mi Casa Ya se mantienen” 7 17 mayo, 2024
La Ministra de Vivienda en la entrevista con el editor general de LA NACIÓN, Jesús Antonio Rojas Serrano.

¿Qué más encontraron?

Otra cosa que encontramos: la manera en cómo se distribuían los recursos de los subsidios llevaba en que se concentraran en Cali, Barranquilla y Bogotá; un porcentaje inmenso de los subsidios estaban en estas ciudades. En ciudades intermedias como Neiva, el reclamo de los constructores y de las familias era que estos recursos llegaran a otros lugares diferentes a las grandes ciudades y a las familias que más lo necesitan. Estos ajustes se realizaron en el primer trimestre de este año y están avanzando. Han sido otorgados ya más de 12.000 subsidios y en la adición presupuestal se incluyeron recursos para 35.000 subsidios más. De tal suerte que todas las viviendas que ya estaban construidas tengan subsidio y cerremos así ese ciclo de la pandemia que generó tropiezos.

 Señora ministra, ¿A qué atribuye entonces las críticas que está haciendo Camacol a Mi Casa Ya? ¿Por qué la venta de vivienda de interés social ha caído 66%?

Mi Casa Ya se diseñó para 30.000 subsidios y venía desde el año 2008 a un buen ritmo. En el 2020 llegó la pandemia y hubo una caída inmensa y ahora estamos en un momento de ajuste para mantener la tendencia normal. Si uno mira ampliamente, ve que la pandemia nos bajó, nos subió y ahora nos está ajustando para mantener la senda. Camacol sólo está mostrando una parte, pero tiene que ver más grande. Teníamos 30.000 subsidios y ya en este 2023 tenemos 50.000 subsidios. Lo que está diciendo Camacol es una mirada muy chiquita. Obvio, es su misión reclamar recursos para su sector. Pero, si se pusieran unos ojos más grandes, se darían cuenta que estamos pasando de 30.000 a 50.000 y el logro inmenso del gobierno de Petro es subir el programa de subsidios de una tendencia original de 30.000 a 50.000 subsidios.

¿Me promete usted que en un año estas cifras que está mostrando Camacol van a ser diferentes?

Sin duda. Hay ya señales macroeconómicas de recuperación. La inflación está cayendo, la tasa de interés cayendo, se estabilizó la economía; la caída fue de un día para otro en la pandemia y la estabilización ha tomado tiempo, pero las señales son positivas. ¿Cuál es el gran jalonador de la nueva misión de Mi Casa Ya? Uno, el aumento de recursos inmenso, y dos, la distribución territorial. Antes teníamos Cali, Barranquilla y Bogotá, y ahora, los recursos van a vivienda de menor valor y a municipios 3, 4, 5 y 6, que son los pequeños, y las ciudades que no son Cali, Barranquilla y Bogotá. Eso es una transformación inmensa en términos de desarrollo económico.

Camacol atribuye el bajón en la venta de vivienda de interés social a los cambios que hizo el gobierno Petro en Mi Casa Ya, ¿Se mantienen esos ajustes al programa?

Por supuesto, vamos a mantener esos cambios porque son positivos para la economía y el sector. Lo que pasa es que Camacol debe reconocer la existencia de otros constructores, los que están muy contentos con los ajustes y que son los medianos y los pequeños y que son los que funcionan por fuera de las tres grandes ciudades. Solo encontramos aplausos en empresas medianas y pequeñas que, por fin, ven una oportunidad de recibir subsidios en sus proyectos.

 ¿Qué le espera al Huila con Mi Casa Ya?

La oportunidad para departamentos como el Huila y especialmente para Neiva, es inmensa porque la priorización en la asignación de subsidios va a estar concentrada en las viviendas de menor valor y en las regiones. Estamos haciendo una transformación en la orientación de los recursos hacia ciudades diferentes a Cali, Barranquilla y Bogotá y hacia empresas constructoras de mediano y pequeño tamaño.

Uno de los cambios que estableció el gobierno Petro es el puntaje Sisbén como requisito indispensable para acceder al subsidio de vivienda y eso ha traído que se estén denunciando cosas ‘non sanctas’ en las oficinas del Sisbén, ¿qué piensan hacer?

El Sisbén es un instrumento de reconocimiento de las condiciones socioeconómicas de los hogares y que no es nuevo en nuestro país; lleva más de 30 años que se utiliza para todos los proyectos sociales donde se asignan recursos. Los recursos del Estado son escasos y hay que dirigirlos a las familias que más los necesitan. Sin duda, Mi Casa Ya, que no tenía un instrumento de focalización fino, permitía que las familias con ingresos medios accedieran a un subsidio y excluía a las familias más pobres. Por supuesto, la vivienda social para la clase media hay que mantenerla e impulsarla, pero los recursos escasos del Estado hay que dirigirlos con eficacia y a los que más lo necesitan. El Sisbén lo aplica la Alcaldía desde hace décadas; hemos encontrado colaboración de las alcaldías para la aplicación de la encuesta, pero siempre hay que estar vigilantes para que no haya una mala aplicación. Hemos escuchado en algunos casos que hay problemas y nuestro llamado a los alcaldes es para que asuman su responsabilidad en la aplicación correcta de la encuesta Sisbén.

Sobre Cambia Mi Casa, ¿a qué le está apostando el gobierno nacional?

Antes, el gobierno nacional solo otorgaba subsidios para compra de vivienda nueva; esa era la política de vivienda social. Nosotros la ajustamos, le dimos más recursos y la mantenemos. Pero, cuando uno mira la realidad de vivienda en nuestro país se da cuenta que hay dos mundos: el déficit cuantitativo y el déficit cualitativo. Hay una realidad oculta y es la de los barrios informales, los ranchos y las casas en donde vive un montón de colombianos. Estamos hablando de 4,5 millones de familias que viven en déficit cualitativo, con pisos de tierra, techos de zinc y paredes de tabla, sin unidades sanitarias, sin conexión de acueducto y alcantarillado. Hemos decidido mirar hacia esas familias y dirigimos recursos para que 400.000 familias durante este cuatrienio tengan un mejoramiento de vivienda. Hemos encontrado además capacidad local para impulsar estos proyectos de mejoramiento; se trata de pequeñas empresas, organizaciones populares, cooperativas y juntas de acción comunal que pueden hacer entre 10 y 300 mejoramientos. Ya estamos arrancando eso. Estamos maravillados. Parte del pataleo de los constructores es que dejaron de ser la única manera de producir vivienda para el gobierno nacional.

 Señora Ministra, su cartera también tiene en sus manos el futuro de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para Neiva, ¿los neivanos verán convertida en una realidad la PTAR?

Sí. Nosotros comprendemos dos cosas relacionadas con la PTAR: la mitad de las aguas servidas de nuestro país llegan a los ríos, quebradas y al mar; es un factor de impacto ambiental muy serio. Desde Pitalito, Neiva hasta Barranquilla, le entregamos aguas servidas al río Magdalena. Para garantizar plantas de tratamiento de aguas residuales, se requieren $20 billones. Eso es un problema estructural de nuestro país. La PTAR para Neiva es un proyecto que está avanzando y que necesita completarse técnicamente, así como financiación. Estamos trabajando en eso.

 Pero, ¿hay plata para la PTAR?

Los recursos este año están ya invertidos. Tenemos recursos importantes para los años siguientes, pero depende de que los proyectos estén técnicamente bien formulados; diseñar una PTAR es una tarea que requiere rigor, y de mirar cómo vamos a ir avanzando en el saneamiento de todo el país.