La Nación
COLUMNISTAS

“Los juegos del hambre”. Por Alexander Molina Guzmán

La historia de cómo el Gobierno Nacional urdió la trama para que las regalías del petróleo se centralizara y redistribuyera por todo el territorio nacional––reduciendo toda la geografía colombiana a una galleta y a las regalías como la mermelada que alcanzará para toda la galleta––, se puede comparar con “los juegos del hambre”: Había una vez unos territorios productores de petróleo que hacían fiestas con las regalías que recibían de esta explotación petrolera y otros que no recibían nada. Con el sambenito de la corrupción que se origina en estos territorios, alrededor de estas regalías, el Gobierno Nacional no dice ni mu de su propia corrupción, castiga a esos territorios productores y los obliga a pagar tributo. El tributo significa, que estas regiones productoras deben dejar que, como en un juego de naipe, el Gobierno Nacional baraje y reparta de nuevo las regalías. Traidoramente, en el Capitolio, los representantes de estos territorios productores son los que aprueban este despojo; allí se cocina la tal “galleta”, con el compromiso de que el Gobierno Nacional ponía la “mermelada”. Una vez terminado este nuevo diseño, se descubre que todo queda reducido a juegos del hambre, pues hay municipios que no recibirán ni medio salario mínimo, como en Pitalito-Huila, que recibirá $280.000 pesos; otros que no recibirán ni para un subsidio de transporte, como el caso del Agrado, también en el Huila, que recibirá $47.000. Y en los casos más burlescos, otros recibirán escasamente para un par de dulces, como Tocancipá-Cundinamarca, que recibirá $631; o Morales y Caldono, ambos en el Cauca, que recibirán $443 y $816, respectivamente. A manera de competencia, el Gobierno Nacional crea unos fondos, como el de Ciencia y Tecnología y el de Desarrollo Regional, para que todos los territorios se “maten”, presentando proyectos, con tal de acceder a estos recursos. Pero, el eterno pero, ¿cómo competirán esos municipios que reciben sólo para unos dulces, contra los que reciben millonarias sumas, como Puerto Gaitán-Meta, que recibirá casi 12 mil millones? ¡Por favor! Sin duda, los que más se están viendo afectados por estos “juegos del hambre” son las niñas y niños de las escuelas, pues los programas de transporte escolar y alimentación quedaron desfinanciados; así como los programas de salud y, por si fuera poco, los que reciben subsidios de servicios públicos de agua y alcantarillado. Los culpables de que tengamos este presente son muchos: Unos por enriquecerse con los dineros de las regalías y otros por permitir que lo hagan. Los territorios afectados se están preparando para dar pelea y cambiar la historia de este juego…Amanecerá y veremos.