Los pilotos españoles siguieron dominando el Dakar-2014 este domingo tanto en la categoría de motos como de autos, con la victoria sobre dos ruedas de Joan Barreda (Honda) junto a la de su compatriota Carlos Sainz (buggy SMG), que venció en la séptima etapa de autos.
Las motos y los cuatriciclos se embarcaron en un trazado muy diferente al del resto de participantes, y abandonaron Salta (noroeste de Argentina) para entrar por primera vez en la historia del rally en el privilegiado enclave natural de Bolivia.
Mientras, los autos y los camiones dieron una vuelta de 533 kilómetros cronometrados con principio y final en Salta.
Los participantes de todas las categorías volverán a encontrarse este lunes por la noche en Calama (Chile), tras completar la octava de las 13 etapas del Dakar-2014.
En motos, Barreda recorrió los 409 kilómetros de especial cronometrada (373 km de enlace) en 3h28m41s, seguido por el también español Marc Coma (KTM) y por el francés Cyril Despres (Yamaha).
Tras esta histórica séptima jornada en las dos ruedas, Coma mantiene el liderato de la clasificación general con un tiempo de 26h40m44s, seguido por el vencedor de la etapa, Joan Barreda (a 38m14s), y por el también español Jordi Viladoms (KTM) (a 1h16m03s).
Por su parte, el chileno Jeremías Israel (Speedbrain) es quinto, mientras que el quíntuple vencedor del Dakar, el francés Cyril Despres, es noveno.
En autos, la victoria de Sainz; que logró marcar con su buggy un tiempo de 4h43m28s en los 533 kilómetros de especial (230 km de enlace), por delante del catarí Nasser Al-Attiyah (Mini) y del francés Stéphane Peterhansel (Mini); no le garantiza un puesto privilegiado en la clasificación general, donde es sexto.
Nani Roma (Mini), con un tiempo de 24h3m52s, es el líder por el momento, seguido por Peterhansel, a 31m31s, y por el sudafricano Giniel De Villiers, 48m23s por detrás del líder.
De su lado, el argentino Orlando Terranova (Mini), noveno en esta séptima jornada, es cuarto en la general.
Fiesta en Uyuni y visita de Morales
Este domingo una multitud invadió Uyuni, donde la temperatura rondaba los 25 grados, mucho más templada y soportable que durante las precedentes etapas argentinas.
Alrededor de 15.000 personas viven en Uyuni, una pequeña localidad construida en las proximidades del Salar, la pastilla salina más grande del mundo (10.582 km2). Pero, a juzgar por la cantidad de personas que llenaron sus calles desde primeras horas de la mañana, decenas de miles de aficionados más acudieron a la cita con el Dakar.
El presidente de Bolivia, Evo Morales dio en persona la bienvenida a la primera visita del famoso rally en su país, y aprovechó para solicitar que, en próximas ediciones, se amplíe el recorrido por territorio boliviano.
"Vamos a seguir conversando para que podamos continuar en los próximos años (en el Dakar). Ese es nuestro gran deseo. No sólo que pase por dos departamentos (Potosí y Oruro), sino también ampliar a otros departamentos", declaró el mandatario a la prensa.
Morales llegó a primera hora de la mañana de este domingo a Villazón, punto fronterizo de ingreso de la competencia a Bolivia, donde en una ceremonia ancestral, los chamanes andinos pidieron la protección de sus dioses para los deportistas.
Desde el amanecer, hombres con ponchos y mujeres ataviadas con los tradicionales sombreros indígenas de las zonas andinas, junto a niños de todas las edades, inundaron esta pequeña localidad de casas bajas, convirtiendo en imposible la circulación de cualquier vehículo.
Avanzar entre las veredas repletas de puestecitos de venta de comidas y de artesanías bolivianas se hacía muy difícil, e incluso no faltaban los comercios ambulantes que ofrecían la tradicional hoja de coca.
En la esquina de una de las calles, una pancarta gigante: "Bolivia reclama (su acceso) al mar"; una reivindicación histórica de La Paz, que lucha por recuperar su salida al océano Pacífico, perdida en favor de Chile después de otra guerra que se prolongó entre 1879 y 1983.
Durante la jornada, soldados, miembros de unidades especiales, gendarmes y policías estuvieron omnipresentes en Uyuni.
Este lunes, los pilotos de motos y cuatriciclos que continúan en competición se dirigirán hacia Chile, el tercer y último país que visitará esta edición del rally Dakar, después de Argentina y Bolivia.
Motos y cuatriciclos atravesarán el Salar de Uyuni, situado a 3.658 m de altitud, en un entorno inolvidable con el paisaje lunar que genera el volcán de Tunupa (5.300 m) de fondo, en esta octava jornada con una especial de 462 kilómetros para motos y 230 km de enlace hasta Calama (Chile).
Por su parte, los autos y camiones partirán este lunes desde Salta (Argentina) con el mismo destino, en una especial de 302 kilómetros, con 510 km de enlace.
Satisfecho de paso del Dakar por Bolivia, Evo Morales pide ampliar su recorrido
El presidente de Bolivia, Evo Morales, recibió satisfecho este domingo el paso del Dakar por el territorio nacional en la categoría de motos y cuatriciclos y anunció gestiones para que futuras ediciones amplíen su recorrido a más regiones del país.
"Vamos a seguir conversando para que podamos continuar en los próximos años (en el Dakar). Ese es nuestro gran deseo. No sólo que pase por dos departamentos (Potosí y Oruro), sino también ampliar a otros departamentos", declaró el mandatario a la prensa.
"El Dakar ya está en Bolivia y siempre estará en Bolivia", aseguró Morales visiblemente emocionado, mientras los primeros pilotos atravesaban la rampa principal que marcaba la llegada de la séptima etapa de la competencia en la localidad de Uyuni (a 3.600 metros de altitud).
Gran aficionado al deporte, el presidente boliviano siguió el rally desde primeras horas de la mañana del domingo y recorrió la ruta en un helicóptero oficial.
Bolivia fue incluida este año por primera vez en el trazado del Dakar, aunque sólo en la modalidad de motos y cuatriciclos. Camiones y autos no ingresarán, sin embargo, a territorio boliviano, pues circularán sólo entre Argentina y Chile.
A tempranas horas del domingo, Evo Morales participó en Villazón, localidad fronteriza con Argentina, en una ceremonia ancestral en la que un grupo de chamanes andinos pidieron la protección de sus dioses para los deportistas.
Un numeroso grupo de espectadores se desparramó a lo largo de toda la ruta del Dakar para seguir el paso de los participantes, particularmente de los competidores bolivianos Juan Carlos Salvatierra (motos) y Wálter Nosiglia (cuatriciclos), que fueron alentados con banderas y emocionados cánticos.
Los pilotos pernoctarán la noche del domingo en la ciudad de Uyuni, donde se calcula que durante el fin de semana se congregaron unas 70.000 personas.
Los organizadores del Dakar decidieron que la competencia no ingrese al salar de Uyuni, principal atractivo turístico, por las fuertes lluvias que cayeron sobre la zona en la última semana.
"Las condiciones de agua, más o menos de 50 centímetros en los 6 kilómetros que bordean el Salar no permiten el cruce de las motos y cuatriciclos", explicó el sábado a la prensa el Director de Relaciones Exteriores de la ASO, entidad organizadora de la carrera, Grégory Murac.
Por esta razón, la octava etapa de la competencia, que se celebrará este lunes, se limitará a bordear la costra salina más grande del mundo (10.000 km2), maravilla natural y principal destino turístico boliviano, atravesando a la localidad de Salina de Garci Mendoza (Oruro) con dirección a la frontera chilena para finalizar en Calama, ya en el país vecino.
Según reportó el Ministerio de Salud boliviano, el único incidente de gravedad que se registró en la etapa fue el fallecimiento de un voluntario de la Cruz Roja de 62 años a consecuencia de un paro cardio-respiratorio súbito, hecho que no tiene relación directa con la competición.