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Los toderos

Cuando se elige a un gobernante, se dice que “cada torero viene con su cuadrilla”. Y es así. Generalmente cada gobernante entra a gobernar con sus amigos. Los que estuvieron con él en campaña y los que consiguieron los votos; los que ayudaron a hacer la minga, a llevar y traer sillas; los que le llevaban la agenda y los que hacían de secretarios o secretarias, en fin. En otros casos, también entran a gobernar con la familia. Lo curioso, es que la ley no dice que el gobernante puede convertir su gobierno en el gobierno de los amigos o en el gobierno de su familia; como tampoco dice, que el gobernante puede convertir su gobierno en el negocio de los amigos o en el negocio de la familia. Y como la ley no lo dice…pues se hace.

Cuando la mamá de uno decía “mijo, sepa escoger a sus amigos”, el mensaje era que supiera escoger a los mejores. Y de eso se trata. Un gobernante debería escoger a los mejores para que lo acompañen en el gobierno; sí es un amigo no importa, siempre y cuando tenga los méritos profesionales y éticos para ejercer un cargo, no que haya hecho sólo el mérito de ser su “amigo”. ¿Por qué a los mejores? Porque así se lo exige la administración pública. Pero cuando se habla de los mejores, se trata de que sean los mejores en cada área en particular. Porque pasa una cosa también curiosa, y es que en gobiernos de todo tipo pasean a alguien por muchas secretarías como si fuera experto en educación, en seguridad, en medio ambiente, en salud, en cultura…y a la larga no es experto en nada. Convierten a alguien en todero, desmejorando el funcionamiento de la administración pública. ¿Por qué pasa eso? Porque los gobernantes llegan con muchos compromisos políticos, están amarrados a ellos y se olvidan que el compromiso es con la gente, con la ciudadanía, con el buen funcionamiento de lo público.

Y eso pasa hasta en el Gobierno Nacional. Miren a Gina Parody, es una abogada que ha sido congresista, fue aspirante a la Alcaldía de Bogotá, por apoyar a Santos éste la puso a dirigir el Sena y ahora está como Ministra de Educación. Mejor dicho, paseándose por muchos cargos, “en promedio” uno puede decir que Gina Parody clasifica como todera. Incluso, casi que en el mismo sentido, en el editorial del pasado 12 de mayo, titulado “El perfil de los ministros” El Espectador critica el nombramiento de David Luna en el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (http://www.elespectador.com/opinion/editorial/el-perfil-de-los-ministros-articulo-560199).