La Nación
COLUMNISTAS

Más allá de una pensión

No solamente es el hecho de reajustar las exageradas pensiones, es también urgente que el Estado examine sus finanzas y frene esas diversas “venas rotas” como ésta donde se dilapidan los recursos públicos. Lástima que tanto tiempo haya pasado y que solamente por el fruto de una demanda se haya obligado a reducir las pensiones exorbitantes.

Nunca debió llegarse a este extremo cuando la Constitución Política y la Ley prohibían los regímenes especiales. Es algo absurdo que para el cálculo de una pensión se hubieran tenido en cuenta los viáticos, los pasajes y otros pagos por fuera del salario y prestaciones.

Estos hechos son los que generan un gran desequilibrio en las finanzas públicas y en la justicia social. El Ministro de Hacienda calcula que habrá un ahorro aproximado de 72 mil millones de pesos, lo cual podría destinarse a atender solicitudes de pensión y reajustes que están haciendo fila.

Lo que se ha presentado es una especie de “bomba” de muy buen recibo en la ciudadanía, más acostumbrada a escuchar impotente los grandes desequilibrios que no dejan despegar el desarrollo en el país.

En algunas esferas la noticia no ha sido de muy buen recibo, e insistirán en tumbar semejante decisión, pero quizás lo más importante aquí son las implicaciones que genera un Estado que puede llegar a corregir sus errores y las herramientas legales que ayudan a buscar esos buenos propósitos comunes.

Lo posible es que se desencadenen revisiones a tantas improvisaciones de procedimiento estatal que vulneran indirectamente los derechos de todos los ciudadanos para cubrir sus básicas necesidades. Situación que ya está tocando al sector salud donde es palpable que la Ley 100 ha sido inoperativa para poder atender satisfactoriamente a las necesidades de la población, y se requiere una “cirugía a corazón abierto”.Bien por el abogado huilense que propició el fallo de la Corte Constitucional sobre las pensiones.

P.D. Olimpo Muñoz Sotelo, ex notario, persona apreciada en la comunidad agustiniana y de un gran protagonismo en la vida de esta comarca, se encuentra en grave estado de salud en la ciudad de Neiva. Hacemos nuestros votos por su mejoramiento y nuestra solidaridad con su señora Esther Patiño de Muñoz, sus hijos Luz Helena, Cinia Stella, Andrés y Fernando, y sus nietos.