La Nación
Moderado optimismo …y otra vez pa´fuera 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS

Moderado optimismo …y otra vez pa´fuera

Píter Bonilla Díaz

Todo gobierno para su normal acontecer debe tener contradictores.  Para no decir oposición.  Que sin generalizar  se interpreta como obstáculo obtuso por cuestiones partidistas.

La extrema izquierda asume esa postura de manera mezquina sin reconocer los aciertos del mandatario.

El unanimismo perjudica al gobierno porque puede incurrir en irreparables desaciertos y a sus oponentes les evita la oportunidad de ser alternativa de poder.

Ahora le llegó el turno al Centro Democrático en la  administración del entrante jefe del Ejecutivo por determinación de su fundador, como caso inédito en concordancia con este.

No entro a detallar lo sucedido en el encuentro que tuvo con Gustavo Petro Urrego por ser de amplio conocimiento. Me detengo en lo que anunció el expresidente Álvaro Uribe Vélez cuando expresa que su Partido en cualquier escenario apoyará lo que proponga útil para el país.  Y a la vez cuestionará con argumentos razonables y tranquilos lo que no le conviene.

En mi condición de receptor de la opinión, observo en gran parte de su militancia prevención ante la impredecible actitud del nuevo gobernante.  Sobre todo el mal precedente de los mandatarios comunistas que inician su gestión con un discurso esperanzador y en el curso de esta hacen lo contrario hasta volverse dictadores.  Casos los vemos en el área regional.

Quisiera ser moderadamente optimista y creer en la buena intención del próximo jefe del Estado.  Aunque me asaltan interrogantes como saber qué verdaderamente busca.  Si desarmar los espíritus de sus tradicionales adversarios.  Que a la vez sería quitarle protagonismo a Uribe como líder de derecha, o verdaderamente ofrecerle a la nación una política de entendimiento con el cierre de la brecha que nos ha dividido hasta con cruentos resultados.  Y así pasar a la historia.

Resalto lo que hizo hincapié Uribe Vélez a Petro, de no ir a afectar con su política social al sector productivo como generador de empleo y por ende su tranquilidad laboral. Tratar con responsabilidad el tema de la reforma de las Fuerzas Armadas y la creación de dos nuevos ministerios, que como el de la Igualdad son asuntos que se pueden tratar con leyes.

De otro lado, no he podido descifrar qué ocurre con el sacerdote Milciades Vargas Motta, frente a sus superiores jerárquicos.  Donde se le designe no solo agrada, por no decir que enamora con su trabajo evangelizador, excelente predica y servicios sociales inherentes a su actividad pastoril, sino que se convierte en arquitecto de templos.  O la reforma de los mismos.  Personalmente me consta cuando estuvo de párroco en mi sector residencial, en la iglesia del Perpetuo Socorro.  Luego en La Gaitana y Las brisas.  Finalmente como director espiritual y creador de la parroquia de Santa Teresa de Calcuta.

El padre “Mincho” como se le dice común y cariñosamente, nunca ha renunciado a su compromiso clerical. Lo han sacado a las patadas. Posiblemente lo que se argumenta es porque pasó la edad de los 75 años que al parecer es la máxima para el ejercicio parroquial.

Hoy el levita le ha puesto vida a sus 77 de edad.  Su vigor no solo es físico, sino cerebral y por supuesto intelectual.  Sus facultades son excelentes.

¿Entonces por qué lo persiguen; acaso ante la escasez de curas no han tenido que traer prestados para que oficien aquí?

Tuve que ser duramente crítico con el anterior obispo porque le negó de manera extraña a los residentes del sector de Campo Núñez y circunvecinos.  Lo mismo con el vecindario del templo de Nuestra Señora de Aránzazu.  Donde como en Campoelegre y los barrios Jardín y Quebraditas, le tienen admiración y gratitud.

Ahora les tocó a los condominios del oriente de la ciudad, que como con los anteriores sectores me solidarizo en el alma.

Voy a ser claro. Determinante sería que nos digan qué no le gusta de este buen hombre  de profunda fe cristiana a la Diócesis de Neiva.

¿Será que como árbol que da fruto recibe piedra?