La Nación
¿Moralmente válido? 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¿Moralmente válido?

Por: Francisco José García Lara

 

Complejo ser gobernante en estas épocas de pandemia pues cualquier decisión que se tome divide la opinión entre quienes apoyan, por ejemplo, las medidas de cierre para reducir los contagios, y los que las critican, encabezados por aquellos que defienden sus intereses por encima de los de la comunidad general.

Resulta además contradictorio que se convoquen revocatorias asegurando que algún gobernante, alcaldes principalmente, no ha cumplido con el programa de gobierno que inscribieron cuando no existía la emergencia sanitaria o el plan de desarrollo derivado de este, como si esos gobernantes en el año anterior, primero de su periodo, hubiesen contado con las posibilidades que existían en épocas normales para cumplir con lo prometido.

Desde el punto de vista personal todos nos vimos afectados por la pandemia, aplazamos proyectos y planes o para cuidarnos suspendimos cosas que hacíamos cotidianamente, por lo que no es entendible que exijamos a un alcalde que cumpla cuando nosotros mismos conocemos las dificultades que en años anteriores hubiésemos resuelto sin mayor problema.

No hay discusión que proponer la revocatoria a un mandatario se encuentra establecido constitucionalmente, lo cuestionable es que se aproveche dicha potestad para pasar cuentas de cobro por no haber obtenido un nombramiento o contrato, como desquite por haber perdido en las urnas o para ir construyendo la plataforma para aspiraciones con miras a las elecciones del año entrante, desconociendo de plano que estamos atravesando el momento más crítico de nuestras vidas y que como sociedad hemos asumido retos que antes eran desconocidos

Así no les guste a algunos, los gobernantes deben tomar decisiones centradas en la contención de los contagios, por lo que no es lógico que se use esa inconformidad para intentar sacarlos del gobierno en un año transcurrido bajo circunstancias excepcionales.

Debemos en consecuencia plantearnos si es moralmente válido promover revocatorias, distrayendo la atención de los gobernantes que debería concentrarse en actuar contra el peor enemigo de la actualidad: el Covid -19.

De la misma manera, es imperioso reflexionar si debemos aceptar la manipulación y convertirnos en idiotas útiles de quienes convocan esas revocatorias para obtener réditos personales por cualquiera de las razones antes mencionadas.

Cualquier ciudadano medianamente sensato entiende que no estamos para revocatorias, que sin desconocer que son una opción constitucional es moralmente cuestionable en estos momentos involucrarnos en ese tipo de procesos, que además de tener escasa probabilidad de éxito, incluyen un vergonzoso tinte politiquero.

Ejercer derechos es propio del ejercicio como ciudadanos, abusar de ellos es muestra incontrovertible que aun confundimos democracia con democratismo.

garcia.francisco@javeriana.edu.co