La Nación
‘Negociaron mi virginidad por plata’ 1 26 abril, 2024
INVESTIGACIÓN

‘Negociaron mi virginidad por plata’

La joven Yesenia Bautista, valerosamente reconstruyó los crueles episodios de abuso sexual a los que fue sometida cuando apenas tenía 15 años. También destapó las presiones y amenazas para tapar el escandaloso caso de prostitución forzada.

 

RICARDO AREIZA

Unidadinvestigativa@lanación.com.co

Como si fuera ayer, Yesenia Bautista, recordó los abusos repetidos cuando su madrastra ofreció su virginidad por plata. Con voz entrecortada pero con asombrosa valentía, volvió a repetir la pesadilla que debió soportar por presión.

Incluso, a pesar de las amenazas y los ofrecimientos de dinero para que se retractara, la joven se mantuvo firme y conservó en esencia la versión que ha contado varias veces a las autoridades judiciales.

La víctima cumplirá el lunes próximo 25 años,  está casada, vive con su esposo y su pequeño hijo en el barrio Tenerife de Neiva. Cuando ocurrieron los hechos aciagos, tenía 15 años, vivía con su madre quien mantenía una vieja relación lésbica con  Andrea Díaz Burgos, ya condenada como su hermana menor por proxenetas.

La dramática historia se conoció el 18 de noviembre de 2010, un día después del abuso sexual perpetrado en un antiguo motel fuera de Neiva.

Según el expediente judicial, Emiro Merlano Rueda, gerente de Diselecsa, concesionaria del servicio de alumbrado público, le ofreció doscientos mil pesos que le entregó a la proxeneta.

“Ese día me subió al carro, luego dejó al conductor y me condujo hacia un motel. Allí me accedió nuevamente”, relató.

Según el testimonio era la tercera vez que lo hacía por dinero que le entregaba a la hermana de su madrastra mientras ella asistía a un culto evangélico.

“Ese hombre abusó de mí, yo le pedí que no lo hiciera, pero lo hizo”, afirmó la joven ante el Juez Segundo Penal del Circuito de Neiva que adelanta el juicio oral contra Emiro Merlano.

Otras veces la sacaban del colegio donde estudiaba y la obligaban a tener encuentros sexuales con otros hombres, entre ellos un político caqueteño y un comerciante laboyano.

Sin embargo, su relato se centró en Merlano. “Ellas le vendieron mi virginidad”, reconfirmó. Luego narró los detalles del maltrato que se repetía con frecuencia hasta que decidió denunciarlo.

El testimonio entrecortado por el llanto fue rendido en medio de una tensa situación cuando el abogado de la defensa  la cuestionaba poniendo en duda su credibilidad.  “No estoy mintiendo, siempre he dicho la verdad”, le respondía.

El operador judicial le insinuó varias veces la posibilidad de suspender su testimonio mientras se reponía. En algún momento, un funcionario del despacho le ofreció un vaso de agua para calmarla.

Aun así, recordó los detalles de los encuentros. El último, ocurrido el 17 de noviembre de 2010, cuando Merlano la accedió estando borracho. Luego se quedó dormido. Esa noche decidió escapar.

Entonces llegó a la terminal de Neiva, sumida en llanto. Mientras esperaba la salida de un bus hacia Ibagué, un policía se le acercó y supuso lo que pasaba. De inmediato lo reportó al Centro Atención Integral Víctimas de Abuso Sexual (Caivas). A las 9:30 de la noche estaba en un hogar de paso. Cuatro días después estaba bajo su protección.

Esa noche se destapó la truculenta historia  que hoy tiene a las  dos hermanas condenadas por proxenetas y al influente ejecutivo huyendo de la justicia.

Aunque el juez que ordenó investigar a Merlano, validó la denuncia, varios peritos, dos de ellos de la oficina de bienestar familiar, le restaron credibilidad.

La otra historia

“Una sicóloga que me entrevistó estaba de parte de él (Merlano). Ella me presionaba y me dijo que si no cambiaba lo que había dicho me podía ir a la cárcel. Que por eso me estaba advirtiendo. Ella era una sicóloga de la defensa”, aseguró.

“Fue muy duro, mi mamá no estaba de mi parte, ella me decía que me retractara que no podía decir lo que había dicho, por eso me dejé llevar, por eso hice esa retractación, se que hice mal en hacerla pero estaba muy mal”, agregó entre sollozos, mientras el apoderado de Merlano la cuestionaba con severidad.

El abogado de confianza, con las copias de las declaraciones juramentadas, autenticadas en la Notaría Quinta de Neiva.

Curiosamente, en el expediente reposa el informe rendido por la sicóloga el 7 de diciembre de 2012,  afirmando que “encuentra contradicciones y aseveraciones, que demuestran incongruencia y errores metodológicos”.

La funcionaria, especializada en psicología jurídica y psicología clínica, afirmó que en los testimonios analizados “hay disonancia de las veces que semanalmente tenía encuentros con el primer hombre que menciona” y observa “exclusión de actos importantes frente a los actos sexuales, que quedan claros de difícil borrado memorístico”-

La especialista concluyó que existe disonancia, que es un testimonio sesgado y que no tiene un orden cronológico. “Las contradicciones indicadas por la joven, son relatos incongruentes, no puedo mencionar, si a estos pueden dar credibilidad o no”, concluyó.

El informe de valoración psicología suscrito el 30 de mayo de 2011, también consigna las presiones de la progenitora para que fuera a una notaría a firmar un desistimiento a cambio de dinero utilizado para  comprar elementos personales para ella y su bebé. Y así lo hizo.

Desistimiento

“Lo hice porque estaba atravesando por una situación muy difícil, estaba embarazada, estaba sola y muy dependiente de mi mamá. Ella siempre quería manipularme para que me retractara. Por eso accedí a firmar esos papeles en blanco. Estaba sola, me sentía muy vulnerable”, acotó.

“Eso para mí fue muy duro, me dejé llevar por esas personas que me buscaban para que rectificara lo que había dicho, incluso, me dijeron que si no lo hacía, me podría ir para la cárcel”.

“Me ofrecieron plata para que cambiara la versión, me presionaban para que firmara unos papeles. Sólo firmaba los papeles, nunca los leí. Ellos me decían que solo tenía que firmar que nosotros hacemos el resto”, afirmó Yesenia.

 

Otras amenazas

Bertha Quiroga, la madre de la menor, corroboró el viernes pasado en la audiencia de juicio oral, esa versión. Admitió que le insinuaba que firmara esos documentos, que el dinero que le ofrecían le servía para el bebé. Sin embargo, aclaró que ella también fue víctima de amenazas y presiones.

“A mí también me hicieron firmar documentos en blanco, por amenazas. El señor Luis me obligaba a firmar en blanco, me ofrecía plata para que me retractara”.

En una de esas declaraciones, que ella nunca conoció, aseguraba que “todo era un montaje”. La declaración fue autenticada el 14 de septiembre de 2016 ante la Notaría Quinta de Neiva. El documento fue exhibido en el juicio.

“Yo firmaba en blanco, otra persona que decía que era abogado con una oficina detrás de Medilaser se encargaba de lo demás”, afirmó en el estrado.

“Ese señor era el que hacía los papeles que firmaba en blanco diciendo todo lo contrario de lo que mi hija decía.

“Yo firmé seis o siete documentos en blanco, me ofrecían cinco y siete millones de pesos, también me dijeron que me iban a ayudar para conseguir una casa”, aseguró.

Luego, con esos documentos, terminaron denunciándola por una supuesta extorsión, como otra estrategia para presionarla. La mujer estuvo detenida.

“Yo denuncié ese caso ante el Gaula del Ejército, yo les informé de lo que estaba pasando. Pero nunca supe que pasó con esa denuncia. Solo hice la denuncia y dejé todo en manos de Dios”, declaró.

El padre de la menor, ya fallecido, denunció en LA NACIÓN, esas maniobras que estaban adelantando para desviar la investigación. “Tienen declaraciones juramentadas que ellos llenaron luego de haber presionado para que las firmaran en blanco. Están moviendo cielo y tierra para tapar lo que hicieron, eso lo están haciendo con la asesoría de algunos funcionarios que le están ayudando a Merlano”, replicó.

 

Dura recriminación

Como ocurrió en las audiencias de juicio oral contra las mujeres acusadas por proxenetas, las recriminaciones volvieron a repetirse, esta vez, y con los mismos argumentos, por el defensor de confianza del empresario sucreño.

Las duras recriminaciones estuvieron centradas a impugnar credibilidad en los testimonios que rindió la joven violentada y su progenitora arrepentida, quien denunció a Merlano por los abusos.

La menor en varias oportunidades rompió en llanto mientras confirmaba los detalles de la agresión sexual  a la que fue sometida, y luego, las presiones ejercidas para que se retractara.

“No estoy mintiendo. Todo lo que me pasó fue real, no dije mentiras, no lo inventé como han querido insinuarlo, ahora, como antes, estoy diciendo toda la verdad”, replicó entre sollozos. Su esposo, lleno de valor, le daba apoyo desde los estrados. Al final, los dos abrazados irrumpieron en llanto.

Antes, una sicóloga de Medicina Legal realizó una valoración clínica el 5 de mayo de 2011 y del conjunto de los testimonios le dio plena credibilidad. Lo mismo ocurrió con un perito del CTI.

 

Credibilidad

El primero que le creyó fue el juez Carrisoza quien ordenó investigar a Merlano.

“Si bien es cierto que existen unas declaraciones, anteriores, ellas pueden ser solamente para efectos informativos, pero lo que en realidad sirve es la declaración vertida en el juicio oral”, sentenció.

“Las otras- agregó- servirán para impugnar credibilidad, refrescar memoria, en este caso fueron utilizadas para impugnar credibilidad, pero esa credibilidad no se encuentra minada por esos detalles que no son trascendentes en punto de la incriminación que se hace de las hermanas Díaz Burgos”.

Ahora, como lo advirtió el togado, la incriminación está centrada en el polémico empresario, declarado en contumacia por negarse a concurrir a las citaciones judiciales.

Carrizosa valoró en su momento el testimonio de la joven abusada y le dio plena credibilidad. Además, descartó las versiones de quienes cuestionaron la denuncia y le atribuyeron un supuesto ánimo vengativo contra las maltratadoras.

En este caso el juez le dio plena validez “como quiera que no se avizora en el testimonio de (la víctima), alguna causal que resienta el principio de imparcialidad al brillar por ausencia cualquier ánimo vindicativo que pudiera llevarla a alterar la verdad.

“En juicio oral transmitió, en lo esencial, correspondencia y congruencia entre lo relatado actualmente y lo percibido en el pasado”, reiteró el juez Wilson Reinaldo Carrizosa.

La misma actitud mantuvo el viernes pasado cuando reconstruyó paso a paso la increíble y triste historia de la madrastra y de su hermana desalmada.

 

Contradicciones

El juez Wilson Reinaldo Carrizosa admitió que aunque pueden existir incoherencias y contradicciones en las declaraciones iniciales que rindió la menor, esos detalles resultaban intrascendentes en lo esencial. “En lo fundamental, lo que importa es la conducta de proxenetismo con menor de edad”. Esa fue la tesis central para proferir condena y ordenar que se investigara al supuesto victimario.

“La regla de la experiencia enseña que por lo general no existe testimonio sin contradicciones y que una declaración lineal si puede corresponder a una versión amañada acerca de hechos o acontecimientos”, aseguró Carrizosa.

“Esas pequeñas contradicciones que se suelen observar en un testimonio no necesariamente suponen que la declaración carezca de  valor persuasivo”, argumentó.

“Su mérito- agregó- debe decantarse mediante una visión sistemática y no mediante un análisis aislado de un medio probatorio”. Ese será ahora el debate probatorio en el juicio oral que se adelanta por el escandaloso caso. La próxima audiencia se realizará en dos semanas.