El acelerado crecimiento de muchas ciudades del país y las nuevas dinámicas urbanas que se están generando comienzan a plantear otro gran debate en términos del ordenamiento territorial.
Esta expansión desafía las ideas tradicionales sobre el modelo municipal y le plantea un problema estratégico al Estado, tanto a nivel nacional como local: las áreas metropolitanas.
Según los expertos, en Colombia se presenta un fenómeno de dispersión urbana en el que grandes ciudades presentan cambios significativos en el desplazamiento de población, industrias y servicios, de la ciudad principal a la periferia. Ese crecimiento extiende el territorio urbanizado más allá del límite político-administrativo definido por el municipio y genera un área urbana supramunicipal.
Y otro tema: esa expansión económica, poblacional y espacial no ha estado acompañado por un desarrollo institucional, de infraestructura y de servicios urbanos, indispensables para satisfacer las necesidades de la población en crecimiento. Pero también para atender las necesidades básicas en términos de vivienda, salud, educación y seguridad.
Estas nuevas realidades obligarán al país a repensar el orden territorial para crear condiciones que permitan atender esas nuevas dinámicas. Pero los actuales modelos, basados en el municipio, como célula básica, impiden la consolidación de los nuevos fenómenos como está ocurriendo en Neiva, Palermo, Rivera, Aipe y Campoalegre o en la consolidación de corregimiento como El Caguán y Fortalecillas, para citar un ejemplo.
Los planes y esquemas de ordenamiento territorial van en contravía de esas nuevas realidades, impidiendo el desarrollo de políticas públicas de largo plazo y una mejor gestión, incluso acordes con el nuevo esquema de regalías que implica proyectos comunes, más allá de los propios municipios.
Proyectos de impacto como un acueducto regional que atienda las demandas de los municipios de la zona de influencia, se han quedado en el tintero como una utopía. En cambio se abren paso los nuevos sistemas de transporte, la Zona Franca Surcolombiana, las grandes urbanizaciones urbanas y campestres, la expansión de las universidades e instituciones de educación superior y por supuesto, la modernización y crecimiento de instituciones prestadoras de servicios de salud, abren también otra ruta integrada con los sitios de interés turístico. Estos desarrollos también son una realidad sin que se hayan contemplado en esos nuevos modelos.
Estas gestiones fragmentadas, dispersas y desarticuladas ponen en evidencia los problemas de coordinación intergubernamental y jurisdiccional que es preciso repensar según el experto Sergio Bustamante.
La Policía Metropolitana, concebida como un proyecto para mejorar la seguridad en Neiva es un paso definitivo en esa dirección.
“La Policía Metropolitana, concebida como un proyecto para mejorar la seguridad en Neiva es un paso definitivo en esa dirección”.
EDITORIALITO
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