La Nación
Neiva, ¡qué delicia! 1 19 abril, 2024
NEIVA

Neiva, ¡qué delicia!

En materia gastronómica, Neiva no es sólo asado huilense o tamales. La sopa de cuchuco con frijolada, el caldo de cucha, el posta de bocachico y la mojarra freída al punto crocante, deleitan el paladar de los neivanos.

Albeiro Castro Yépez

Consultor en turismo

En materia gastronómica a Neiva se le ha reconocido nacionalmente por sus tres platos emblemáticos, el asado huilense, el sancocho de gallina y los tamales, sin desconocer que igualmente dichas preparaciones también se elaboran en los restantes treinta y seis municipios del departamento del Huila, razón por la cual se ha iniciado un proceso de recuperación de la memoria oral gastronómica en la capital del río Magdalena con interesantes resultados que motivan su degustación.

 

Una de ellas es casualmente la sopa de cuchuco con trozos de hígado de res, al cocimiento se le agrega una generosa porción de arveja verde y zanahoria, cuadritos de papa negra y criolla, al servir se le adiciona un manto de pimienta, y como acompañamiento un banano, o si lo desea, una taja de aguacate. En la zona rural del oriente, se acompaña con una frijolada, arroz, carne desmechada y plátano maduro asado al horno, jugo de frutas cítricas, y de postre, espejuelo de gayaba, sin olvidar la taza de café cultivado en el Mesón.

Neiva, ¡qué delicia! 7 19 abril, 2024
Apetecido por muchos, el caldo de cucha hace parte del menú en la zona rural de Neiva.

Más delicias

La sopita de banano verde cortado en moneditas es otra delicia preparada por los vecinos de las estribaciones de Cerro Neiva, generalmente la cocinan con los costillares del pollo, fideos, tajadas de papa tocarreña, zanahoria y arveja verde; en la bandeja montan una mojarra freída a punto crocante, patacón de plátano verde, arroz blanco, ensalada de aguacate cortado en julianas mezclado con anillos de cebolla cabezona roja y vinagreta de manzana, un toque de sal y uno de pimienta; jugo de badea y de postre gelatina de pata, por supuesto, sirviendo a la mesa una taza de café cultivado en Cerro Neiva.

 

Como olvidarse de los paseos a Peñas Blancas, donde el primer ritual obligaba a un buen baño en las frías aguas del río Baché, sensación térmica que se mitigaba con largos sorbos de guándolo, animando la gastadera y el bailecito de rajaleñas, hasta el punto de locura, momento exacto en que hacía presencia el caldo de cucha, acompañado de plátano verde asado en el rescoldo de las tulpas, e igualmente las arepas oreja de perro. El servido siempre era un levantamuertos, una generosa posta de bocachico acompañado de su bastimento conformado por plátano, yuca, papa, ahuyama, mazorca, todo bañado en salsa criolla, arroz blanco y abundante surumba bien fría.

 

¡Pa’chuparse los dedos’

Doña Imelda, célebre matrona de San Luis, siempre invita a su finca a degustar un delicioso almuerzo como se dice popularmente “de manos”, la sopa un colí con costilla de marrano, yuca cortada en trozos, aromatizado con abundante porción de cilantro cimarrón, la bandeja un pastel elaborado con arroz mezclado con las vísceras del paisano, zanahoria y papa cortadas en cuadritoIs, todo bañado en caldo del asado y llevado al horno de leña hasta lograr su total compactación, pastel que se sirve arropado con una porción de carne de cerdo asada al horno, acompañado de yuca y plátano maduro cocinados, ají criollo subido de pique, chicha de maíz en punto espumoso, y de postre panela melcochuda.

 

Finalmente, con el auge del cacao ha cobrado vida la segundilla al estilo contemporáneo: porción de cacao hervido en agua, acompañado de bizcochos de achira, maíz y verraquillos, porción de queso o de quesillo, y para los garosos, el pan de chicha no se puede olvidar, rompe cualquier dieta, pero nos recuerda que somos herederos de las costumbres de la Hacienda Ganadera del Valle Alto del Río Magdalena.

Neiva, ¡qué delicia! 8 19 abril, 2024
El asado huilense se come ya en cualquier época del año.