Alejandro Serna Serna
El Municipio de Guadalupe se ha caracterizado por ser un terruño prospero, de buena ganadería y de excelente café en el Departamento del Huila. Sin embargo, dos hechos fatídicos recientes enlutan no solamente a los habitantes de esta tierra, sino, a todos los huilenses.
En el primer caso un joven agresor arremete en contra de su pareja con un arma blanca hasta dejarla sin vida. En el segundo lamentable evento, el victimario desenfunda su arma de fuego y propina dos disparos en contra de su compañera y luego se suicida vilmente.
Llama la atención, que, en ambos macabros acontecimientos, los dos homicidas hayan sido uniformados, lo que lleva a cuestionarnos si dentro de su formación castrense, ¿les impartirán o no normas de conducta social o familiar? Porque a la luz de estos hechos, pareciera que empuñar un cuchillo o apretar un gatillo en un momento de celos en contra de su pareja, fuera la solución a todas las problemáticas.
¿Qué es lo que nos está pasando?, este es el caso número 17 de feminicidio en nuestro departamento del Huila en lo ocurrido en este año, donde deshonrosamente estamos ocupando los primeros lugares a nivel nacional. Atrás queda el lastre de ser una tierra de promisión ante tan nefastas realidades, donde más bien debe imperar la tolerancia y en donde las autoridades administrativas, policivas y civiles deben velar por la custodia y la exaltación de las mujeres.
En letra muerta quedó lo dispuesto por la Ordenanza 013 de 2014 de la Asamblea Departamental del Huila “por medio de la cual se adopta la política pública de equidad de género para las mujeres huilenses” y donde se establecen un sinnúmero de compromisos. Para enmarcar quedan todas las líneas, programas, estrategias y comités intersectoriales especiales, por la falta de tolerancia en esta sociedad violenta, donde las muertes de las mujeres siguen siendo cifras y nadie hace nada al respecto.
Nota: Pasaron las festividades y a la par un tiempo prudencial para que tomaran un poco de oxígeno aquellos secretarios de despacho que no andan bien. Llego la hora de los cambios en los gabinetes y cargos directivos. Es el momento para dar un nuevo viraje y que nuevas caras refresquen las administraciones públicas, por lo que el Gobernador del Huila Carlos Julio González Villa y el Alcalde de Neiva Rodrigo Armando Lara Sánchez, deberán realizar los ajustes necesarios y acelerar en las ejecuciones de los planes de desarrollo, si es la intención de mostrar mayor gestión de la hasta ahora realizada. Los huilenses y neivanos estamos a la expectativa de que los discursos pasen a los hechos.