RICARDO AREIZA
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Los secuestradores del cafetero Francisco Reinel Acosta, quien permaneció enterrado en una caleta, tendrán que permanecer en la cárcel, pagando una dura condena.
La posibilidad de la libertad condicionada, contemplada en los acuerdos de paz, no aplicará en este caso.
Por lo menos así quedó consignado en un nuevo pronunciamiento realizado por el Tribunal Superior de Neiva, al resolver un recurso de reposición que elevó Aquileo Palacios Cárdenas, uno de los miembros de la organización que planeó y ejecutó el secuestro.
Además, la misma corporación declaró desierto el recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia que colocó el abogado, Pedro Marquin, defensor de los condenados. En estas condiciones, las providencias quedaron debidamente ejecutoriadas.
Palacios Cárdenas y los demás secuestradores fueron condenados a la pena principal de 40 años y tres meses de prisión y multa de 5.207 millones de pesos aproximadamente (equivalentes a 6.666 salarios mínimos mensuales).
Adicionalmente fueron sentenciados a una pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el término de 20 años, al ser encontrados y declarados coautores responsables de los delitos de secuestro extorsivo, fabricación, trafico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones agravado y fabricación, tráfico y porte de armas.
Los beneficios, entre ellos la libertad condicionada, no aplicará en el caso de Aquileo Palacios Cárdenas, quien libra una batalla jurídica en todos los niveles para obtener el indulto y lograr la libertad transitoria.
A pesar de haber sido acreditado como integrante de las antiguas Farc, ya desmovilizadas (Resolución 068 de 20 de febrero de 2018) y reconocido como gestor de paz por el Gobierno Nacional, tendrá que permanecer detenido en virtud de la sentencia.
“La restricción de su libertad no resulta ilegal al estar soportada en una condena válidamente proferida ni se observa un proceder infundado o ilegítimo en punto de la vigencia a la fecha del confinamiento intramural allí dispuesto”, aseguró la magistrada Lida Yannette Manrique al denegar por improcedente un recurso de Habeas Corpus. La decisión fue confirmada por el Consejo de Estado con ponencia del magistrado Gabriel Valbuena.
Batalla jurídica
Las acciones judiciales emprendidas para obtener este beneficio no han prosperado. La Sala de Amnistía e Indulto de la Jurisdicción Especial de Paz, le negó la libertad condicionada en varias oportunidades. Tampoco han dado resultado las acciones de habeas corpus y tutelas argumentando su calidad de gestor de paz.
Con anterioridad, la solicitud de libertad condicionada y preclusión había sido negada por el Tribunal Superior de Neiva, donde se tramitó también la apelación a la condena por el secuestro del cafetero laboyano, ocurrido el 11 de agosto de 2011.
La Sala de Amnistía e indulto de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) le negó la libertad condicionada en dos oportunidades. La decisión está contenida en la Resolución 017B de 2018, expedida el 20 de junio pasado.
Con anterioridad la solicitud de libertad condicionada y preclusión había sido negada por el Tribunal Superior de Neiva, donde se tramita actualmente el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia condenatoria.
La misma corporación le negó la suspensión de la ejecución de la pena solicitada a su favor por la Dirección de Justicia Transicional del Ministerio de Justicia. Aun así no ha logrado la libertad condicionada.
“Además, su situación jurídica ya fue definida por la JEP negándole la libertad condicionada, entre otras razones, argumentando que no existía relación entre los hechos por los cuales fue condenado con el conflicto armado”, apuntó el magistrado Álvaro Arce.
No obstante, se tramita ante esa jurisdicción la respectiva amnistía o indulto que se encuentra en la fase final de la etapa probatoria. “Se trata de un hecho novedoso que invoca un beneficio totalmente diferente que demanda el cumplimiento de unos requisitos personales, materiales y temporales”, advirtió el magistrado Álvaro Arce al resolver el recurso de reposición.
El secuestro
El cafetero laboyano Francisco Reinel Acosta, de 59 años, fue secuestrado por seis hombres fuertemente armados, señalados inicialmente como miembros de una célula del Ejército de Liberación Nacional que operaba en el Cauca. Después aparecieron como delincuentes comunes que vendían sus “trofeos humanos” a la guerrilla.
El plagio ocurrió en la vereda ‘La Hacienda’ ubicada en el centro poblado de Bruselas, el principal enclave de los cafés especiales de alta calidad. Los sujetos encapachados los interceptaron cuando regresaban después de haber estado departiendo en una discoteca, lo obligaron a abordar una camioneta y lo condujeron hacia la zona rural de San Agustín, límites con el Cauca.
El caficultor estuvo “enterrado vivo”, en una estrecha caleta construida bajo tierra con antelación por los plagiarios. La caleta estaba ubicada en la vereda La Independencia en jurisdiccón del municipio de Isnos (Huila) donde fue rescatado el 24 de septiembre de 2013.
El rescate
El operativo se con la infiltración de agentes encubiertos en la zona, ya localizada por el rastreo de las llamadas telefónicas. El martes a la madruga ingresó el comando antisecuestro del grupo Gaula encargado de la operación de rescate.
Hacia el mediodía, cuando se calculaba la hora del almuerzo, dieron el certero golpe.
Los capturados
Durante la operación fueron capturados en el sitio Samuel Troches Urcué, Alex Duván Cifuentes Troyano y su esposa Nory Milena Jiménez Cerón, encargados de cuidar al secuestrado. El primero registraba antecedentes por el delito de rebelión y tenía con una condena de 72 meses de prisión.
Los tres aceptaron los cargos que les imputó el Fiscal Sexto Gaula Especializado de Neiva y fueron condenados a penas entre 33 años y 41 años de prisión.
Tres meses después, el 8 de diciembre de 2013 fueron capturados Edilfret Olaya Mejía; Aquileo Palacios Cárdenas, Javier Enrique Vela Tunobala, Wilson Martínez Suárez, y Hernán Sánchez Endo en operaciones simultaneas realizadas en Pitalito, Palestina, Bogotá y El Bordo (Cauca).
El 25 de enero de 2016 fue capturado el supuesto ‘cerebro ‘del plagio, Marcos Casos Urcué, (‘Víctor’), señalado como el tercer hombre del frente Manuel Vásquez Castaño del Eln. La detención se produjo en la región de Lerma en Bolívar (Cauca).