Las autoridades han reportado durante los últimos días nuevos golpes a disidentes de las Farc en el Huila. El Ejército reportó, por ejemplo, la captura en el municipio de Acevedo de dos hombres señalados de pretender conformar una comisión de disidencias en el sur del departamento.
“La misión era abrir espacios para copar las zonas dejadas por las Farc y realizar extorsiones. Ellos estaban haciendo reconocimiento del terreno, de la gente más prestante en el sur del Huila y reconociendo cafeteros y ganaderos para poder iniciar extorsiones…”, fue lo que explicó el comandante de la Novena Brigada del Ejército, el coronel Nelson Pérez Avellaneda, al referirse a estas capturas. Los individuos tenían en su poder panfletos alusivos a la estructura delictiva con fines extorsivos y actividades de reclutamiento.
Está más que demostrado que las disidencias de las Farc –que no son otra cosa que guerrilleros que no les interesó en lo más mínimo el acuerdo de paz y nunca se desarmaron– están buscando incursionar en los pueblos del Huila.
Por eso, es necesario que las autoridades ofrezcan una respuesta contundente a estas amenazas para la tranquilidad de los huilenses. En municipios del occidente del Huila, se habla insistentemente de presencia de hombres armados, una denuncia que a la Policía, el Ejército y la Fiscalía les corresponde enfrentar con el rigor y celeridad del caso.
El oscuro capítulo de grupos ilegalmente armados debe quedar en el pasado. Está muy claro, y el departamento del Huila sí que lo sabe, que detrás de un comando armado no sólo hay extorsiones, también hay asesinatos, secuestros, violaciones y otros vejámenes.
Por supuesto, que la responsabilidad no debe recaer exclusivamente en las autoridades. Los huilenses están llamados a denunciar oportunamente cualquier sospecha de presencia armada de disidencias.
“Está muy claro, y el departamento del Huila sí que lo sabe, que detrás de un comando armado no sólo hay extorsiones, también hay asesinatos, secuestros, violaciones y otros vejámenes”