La Nación
EDITORIAL

¡No insistan más!

 

Una vez más, la Justicia huilense se ha pronunciado sobre el capítulo de las ‘pirámides’ o captadoras ilegales de dinero que vivió el país hace ya más de una década. Esta vez, por cuenta de una demanda a través de la cual los ‘inversionistas’ de la captadora ilegal DMG buscaban que el Estado les devolviera los dineros que masivamente depositaron allí.

Los incautos inversionistas demandaron al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, a la Superintendencia de Sociedades, Superintendencia Financiera y a la Fiscalía General de la Nación por las omisiones en que pudieron incurrir para frenar el funcionamiento generalizado de estas empresas multinivel. Al mismo tiempo, exigieron que como consecuencia de esta supuesta responsabilidad, al haber omitido las funciones de inspección, vigilancia y control  sobre las ‘pirámides’, se les condene a la reparación  de los perjuicios causados por la captación ilegal de sus dineros por parte de la sociedad Grupo DMG. La demanda fue colocada por un grupo de 40 damnificados cuyas colocaciones oscilaron entre 4 y 60 millones de pesos, depositados especialmente en la oficina principal de DMG en Pitalito.

Entre otras cosas, la Justicia determinó que está probado que las autoridades publicaron en varios diarios y en distintas zonas del país lo que venía aconteciendo con este tema, advirtiendo e informando a los ciudadanos, abstenerse de colocar sus recursos en entidades no autorizadas para captar dinero del público desde el mes de diciembre de 2006 hasta noviembre de 2008.

Dicen algunos que la “ambición rompe el saco” y este parece ser el mensaje de enseñanza que deja la mayor ‘tumbada’ en la historia del país. Claramente, como lo dice la Justicia, fue una conducta a todas luces imprudente la de quienes entregaron de manera voluntaria sumas de dinero a estas captadoras ilegales esperando rendimientos financieros exagerados.

Lo triste es que muchos años después, muchos todavía creen en esta clase de ‘milagros’.

“Fue una conducta a todas luces imprudente la de quienes entregaron de manera voluntaria sumas de dinero a estas captadoras ilegales esperando rendimientos financieros exagerados”