La Nación
No más despilfarro de los recursos públicos 1 26 abril, 2024
EDITORIAL

No más despilfarro de los recursos públicos

De manera insistente, las autoridades de salud han dejado claro que las fumigaciones de calles, espacios y lugares públicos y exteriores, así como los denominados túneles, cámaras o arcos de desinfección, no sólo son inútiles para matar el coronavirus sino que pueden causar graves afectaciones en la salud física y psicológica de las personas.

Desde hace más de dos meses, la Organización Mundial de la Salud ha afirmado: “No se recomienda el rociado o la fumigación de espacios exteriores, como calles o mercados, para matar al virus causante de la covid-19 u otros patógenos, pues la acción del desinfectante se ve anulada por la suciedad. Ni siquiera en ausencia de materias orgánicas, es poco probable que el rociado químico cubra correctamente todas las superficies durante el tiempo de contacto necesario para desactivar a los agentes patógenos”. Y lo ha dejado aún más claro con las siguientes advertencias: “calles y espacios públicos no están considerados reservorios de infección de la covid-19 y rociar desinfectante, incluso en el exterior puede ser peligroso para la salud humana”.

El mismo Ministerio de Salud de Colombia también se ha referido al tema: “Si bien es una iniciativa bien intencionada, no cuenta con evidencia científica que haya evaluado los potenciales riesgos sobre la salud ni tampoco con estudios que respalden su efectividad”.

A pesar de semejantes advertencias, resulta increíble que a estas alturas en Neiva y varios municipios del Huila se sigan acudiendo a estas prácticas para matar supuestamente el virus.

Y más grave aún que en los presupuestos oficiales se continúa evidenciando que los alcaldes están destinando millonarios recursos del erario para fumigar calles o montar inútiles cabinas de desinfección. En una Alcaldía huilense, por ejemplo, se pagó $5 millones por estas cabinas.

Los organismos de control tienen suficientes ‘insumos’ para llamar a cuentas a los mandatarios por mala administración de los recursos públicos.

 

“Y más grave aún que en los presupuestos oficiales se continúa evidenciando que los alcaldes están destinando millonarios recursos del erario para fumigar calles o montar inútiles cabinas de desinfección”