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26 abril, 2024
La Nación
¡No se duerma!  1 26 abril, 2024
ACTUALIDAD

¡No se duerma! 

Aún en tiempo de pandemia, nos acercamos al adviento y al final del año litúrgico. Las lecturas empiezan a tener el sabor de la llegada del Mesías. Un grito se escucha: ¡estad preparados! Hay que estar siempre preparados.

 

Padre Elcías Trujillo Núñez

 

«Sucede con el reino de los cielos lo que con aquellas diez jóvenes que salieron con sus lámparas al encuentro del esposo.  Cinco de ellas eran necias y cinco sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite, mientras que las sensatas llevaron aceite en las alcuzas, junto con las lámparas. Como el esposo tardaba, les entró sueño y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: «Ya está ahí el esposo, salid a su encuentro».  Todas las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas. Las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan».  Las sensatas respondieron: «Como no vamos a tener bastante para nosotras y vosotras, será mejor que vayáis a los vendedores y os lo compréis».  Mientras iban a comprarlo, vino el esposo. Las que estaban preparadas entraron con él a la boda y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras jóvenes diciendo: «Señor, señor, ábrenos».  Pero él respondió: «Os aseguro que no os conozco».  Así pues, vigilad, porque no sabéis el día ni la hora.» (Mateo 25,1-13)  

 La vida no es repetición cíclica, sino camino ascendente de conversión. El Evangelio de este domingo nos presenta la parábola de las 10 muchachas que salieron al encuentro del Novio. Las cinco muchachas sensatas son incapaces de compartir su aceite con las necias. Y eso que quizá tenían suficiente. Pero no es ésta la intención de Jesús en la parábola de este domingo. Importan la urgencia de la llegada del Esposo y la responsabilidad personal ante la salvación que se acerca. Nadie puede salvarse por otro.

Es verdad que la fe es también comunitaria y social y que el mismo Jesús funda una comunidad de apóstoles y una Iglesia. Y es verdad la dimensión solidaria del Evangelio. Pero es que aquí el mensaje es otro: ante la llegada del Señor, cada uno debe responder y estar preparado. No vale dormirse y excusarse. No vale aprovecharse de los otros. Hay que estar despiertos. Tenemos que tener el aceite del amor y de la fe para que no se apague el deseo de la espera, la luz de la ilusión ante el encuentro con Cristo.  Y esto es algo que vale no sólo para cuando nos llegue la muerte, es una llamada a vivir la espera vigilante de la vida cotidiana. Porque la fe corre el riesgo de apagarse en este mundo y en esta iglesia nuestra tan acomodados.

Nos viene bien de vez en cuando a los cristianos una llamada de atención, un aviso serio para que no nos durmamos en la apatía de una fe. El mundo necesita de nuestra fe vigilante, despierta, ilusionada, comprometida, iluminada con el resplandor de la alegría y la bondad. Corremos el riesgo de vivir una fe anquilosada, donde no brilla la luz de Cristo, tenemos la tentación de dejar fuera de nuestra vida al Piloto que debe guiarla y fortalecerla.

Queremos conducir el avión de nuestra fe por nosotros mismos, hacer una fe a nuestra medida. No queremos que Cristo nos interpele y nos convierta, nos saque de la instalación adormecida en la que estamos.

Tengamos listo el aceite de nuestra entrega, pero sin reservarlo egoístamente para nosotros. Porque la fe es responsabilidad personal, pero es también llamada a contagiar y alumbrar a otros. Seamos como las muchachas sensatas y previsoras, pero no egoístas. Esperemos juntos al Esposo sin pretender acapararlo.

Dejemos que sea Él quien decida sobre los que entran o no al banquete del Reino. No juzguemos ni condenemos nosotros. Dediquémonos a sembrar el bien, a dar testimonio de la fe con nuestras obras, a difundir la belleza del amor del Dios, a luchar por un mundo mejor y más justo, ese mundo que espera el Señor encontrar cuando venga. Por eso desempolvemos nuestra fe para despertar al amor.

Nota: Le invitamos a seguir las celebraciones eucarísticas cada domingo a las 7:0 a.m. a través de Facebook live Citynet Timaná, Ategaitana y la Emisora Miel stereo.