El presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cacaoteros, Eduard Baquero López, destacó que el departamento a pesar de haber perdido más de 1.000 hectáreas con El Quimbo, continúa por la senda del crecimiento; también entregó un balance del subsector y expuso los retos en materia de productividad.
Acaba de finalizar la versión XXXII del Congreso Nacional Cacaotero, ¿cuáles son las noticias positivas que deja?
La noticia más importante es la ratificación de la confianza del Ministerio de Agricultura, al dar un contrato de administración de la cuota de fomento cacaotero a la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao) por 10 años más.
Esto después de un estudio donde se analizó la representatividad y el trabajo que ha cumplido la Federación, en la cual verificaron las cifras que tenemos y las respaldaron.
Adicionalmente, nosotros debemos trabajar en la renovación de 70.000 hectáreas de cacao en Colombia.
El ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, nos anunció que habrá un aporte de recursos para renovar el próximo año más de 4.000 hectáreas. Eso sumado a las 1.500 hectáreas que se renovarán con recursos de los productores y el Fondo Nacional del Cacao. Y a las 2.000 del departamento de Santander; y los municipios de San Vicente y Carmen de Chucurí, con 800 hectáreas más.
Es decir el próximo año vamos a renovar más de 9.000 hectáreas en todo el territorio nacional, lo que conllevará a mayor producción, productividad y a ser más competitivos.
Así mismo, una de las principales conclusiones es que se vio a un gremio cacaocultor unido y creciendo a pesar de todas las adversidades, incluyendo la covid-19. Y que el Gobierno Nacional en cabeza del presidente Iván Duque respalda la gestión que se viene desarrollando en el gremio liderado por la Federación.
Señor Eduard, el costo que acarrea esta renovación recae en su mayoría solo sobre los labriegos, ¿Qué ayudas les brindarán?
Este es un trabajo que deber ser articulado. El costo de renovar una hectárea está cercano a los $6.000.000 aunque, varía según la región y el jornal que tengan. Un aporte muy importante lo van a hacer los productores con su mano de obra. Hay una ayuda para los materiales y asistencia técnica, y necesariamente también queda abierta la posibilidad de acceder a una línea de crédito que tiene el Banco Agrario con Fedecacao.
¿Cómo será ese gran reto de renovación, en qué consiste?
La meta es que deben haber 1.000 árboles productivos de cacao por hectárea, lo que nos indican las cifras es que en promedio actualmente no hay sino 700, nos están faltando 300 que hay que resembrarlos.
Pero entre los 700 que ya están, solamente el 30% son altamente productivos, el otro 70% no; esos improductivos son los que se renovarán mediante injertación. Esto es, dejamos la raíz y el tronco y encima hacemos el proceso de injertación.
Un años después, los árboles producirán una o dos veces más de lo que se tenía, si eran 400 kilogramos por hectárea, lo que esperamos es mínimo 800 kilos; pero, perfectamente pueden producir 1.500 kilos y hasta 3.000 kilos por hectárea.
Hacía referencia a la producción, ¿Cómo le fue al subsector este año y en el año cacaotero?
Gracias al trabajo, nuestras cifras han sido muy buenas. El año cacaotero, entre septiembre de 2019 y octubre 2020, nos muestra que producimos 64.000 toneladas, que frente a las 58.000 toneladas que obtuvimos en el año cacaotero inmediatamente anterior nos da un crecimiento importante.
También las exportaciones de cacao en grano hasta lo registrado en este momento estamos por encima del 35% frente a la misma fecha del año anterior.
Y en productos elaborados y semielaborados, hay un crecimiento menor, pero sí cercano al 5%.
Para el año calendario, estamos esperando a finalizar el 2020, pero seguramente será la producción más alta que ha tenido el país con 60.500 toneladas, proyectamos superar esa cifra, lo que llevamos acumulado hasta octubre nos muestra que la vamos a sobrepasar.
Esperamos que el invierno que está afectando de manera tan fuerte no nos vaya a perjudicar. Y este es un mensaje muy enérgico que están enviando los cacaocultores, y es que no se han detenido y siguen trabajando; por eso así como el campo le cumplió a Colombia, es muy importante que Colombia le cumpla al campo.
Esas son cifras muy positivas, ¿Cuál ha sido el aporte del Huila?
Hemos crecido aproximadamente un 10% con la renovación de cacao, lo que alcanzamos a prever en este momento es que seguramente el Huila debe estar muy cerca a ese crecimiento.
Una de las cosas que nos complacen es que el Huila sigue creciendo a pesar de que hace unos años por la represa El Quimbo salieron casi 1.000 hectáreas de producción en el departamento, y se creía que la producción iba a decrecer, pero gracias al trabajo de los labriegos y la Federación, analizamos que no solo se ha sostenido sino que ha empezado a aumentar.
Y es que, los principales departamentos que aportan al total nacional son Santander (40%), Antioquia (8%), Arauca (7%), y Huila (7%).
