La Nación
COLUMNISTAS

Nos devorará

La semana pasada, en unas de esas declaraciones que acostumbra dar el Presidente Santos a la radio nacional le oí hablar de hacer la paz en un semestre, mostrando con ello una irresponsabilidad considerable: despierta expectativas que no puede satisfacer.

Y es cierto. El Presidente Santos sabe, o debería saber, que las expectativas de paz, por más acuerdos que se firmen en La Habana, no se pueden cumplir apenas en un semestre porque la violencia múltiple que desangra y empobrece al país no obedece a la voluntad de unos pocos. Aquí no hay violencia porque la hayan declarado unos cuantos dirigentes políticos. Hay violencia porque no hay condiciones para vivir en paz.

La violencia, en todas sus formas, tanto la delincuencial como la política, obedece a eso: es la consecuencia del atascamiento social que vive Colombia. Cada año que pasa éste es un país más cruel, más injusto y menos equitativo con sus propios habitantes. Por eso a la paz, aún cuando la inmensa mayoría de la población la deseamos, no se llegará apenas conversando, aunque las conversaciones sean necesarias también. Ni tampoco a fuerza de echar más bala. Porque a diferencia de lo que cree el Presidente el problema no es apenas la guerra. Es decir, que si esta se “acaba”, el problema se resuelve. No.

Ser víctima del hambre, carecer de oportunidades y de condiciones mínimas es tan oprobioso como serlo de la barbarie ruin o del despotismo. Y en Colombia la gran mayoría de ciudadanos son víctimas de ese irresuelto problema que crece todos los días.

A la paz sólo se llegará cuando hayan desaparecido las causas que generan violencia. No dudo del buen propósito del Presidente pero para lograr erradicar la violencia se necesita más que eso. El país debe cambiar. La política debe cambiar.

Si Usted, señor, señora, que me leen, escogen buenos candidatos a cargos de elección popular, y votan por ellos, la política cambia y este país se salva. Quiere decir que las riendas de la sociedad y las chequeras de la comunidad caerán en manos de personas que van a utilizar el poder del Estado para resolverle los problemas a la gente, para facilitar el trabajo, para vivir bien, para progresar. Pero si ustedes se quedan cruzados de brazos, muertos de la ira por lo que ocurre a cada instante, este país seguirá convirtiéndose en un mal vividero. Y por más acuerdos que firme el Presidente Santos, en La Habana o en cualquier otro lugar, la violencia nos devorará.

Twitter: @sergioyounes