La Nación
Nuevo pleito por amenazas potenciales en El Quimbo 1 26 abril, 2024
INVESTIGACIÓN

Nuevo pleito por amenazas potenciales en El Quimbo

El ‘precario’ plan de contingencia y la negativa para actualizar anual del plan de gestión de riego y manejo de desastres en la zona de la represa avivó otra polémica. Enel (antes Emgesa) revela los ajustes para enfrentar riesgos potenciales. Primicia.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanacion.com.co

 

Las amenazas potenciales que se ciernen sobre la represa El Quimbo y el ‘precario’ plan de contingencia diseñado para enfrentar eventuales riesgos, volvieron a calentar el debate jurídico-ambiental.

El abogado Ferney Moyano Pérez denunció además que  ahora la empresa Enel (antes Emgesa) ha incumplido la implementación del plan de contingencia y la respectiva actualización anual del plan de gestión de riego y manejo de desastres.

Soportado en una auditoría de la Contraloría y otros documentos de entidades públicas argumentó que la compañía propietaria de las dos represas, “no ha concretado, programado ni cumplido las obligaciones establecidas en esta materia (Ley 1523 de 2012), ni ha realizado la actualización del plan de contingencia”.

Por lo tanto solicitó a las autoridades judiciales que se declare el incumplimiento y en consecuencia de lo anterior, ordene a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) como supervisor del El Quimbo el cumplimiento de las sanciones pertinentes e implementación del plan de contingencia para la gestión de riegos.

La acción de cumplimiento, presentada ante el Tribunal Administrativo del Huila fue admitida y se encuentra en pleno trámite.

 

La polémica

El debate no es nuevo. El 24 de abril de 2017 la Corporación Terrae que dirige el geólogo Julio Fierro, docente de la Universidad Nacional presentó en Neiva el análisis de amenazas y riesgos de la represa. Según el estudio, contratado por la Gobernación del Huila, el plan de contigencia inicial, no es suficiente para enfrentar una emergencia de gran envergadura que pudiera presentarse en la zona de influencia.

El plan no contempló ni tuvo en cuenta otros parámetros como la alta sismicidad, las crecientes, inundaciones, filtraciones, y desplazamientos que colocan a la represa en un alto riesgo, según el geólogo, Julio Fierro Morales.

El especialista reveló que durante el proceso de construcción  de la represa El Quimbo no se tuvieron en cuenta todas las amenazas potenciales y por lo tanto, no fueron contempladas en el plan de contingencia, imprescindible para enfrentar una eventual falla en un escenario de alta vulnerabilidad.

Tampoco se incorporaron las medidas de mitigación por eventos de gran magnitud, originado por fallas geológicas o alta sismicidad que pueden repercutir en el embalse y en su zona de influencia.

Adicionalmente, el Servicio Geológico Colombiano consideró que los estudios sobre el riesgo sísmico no fueron abordados con el suficiente sustento técnico ni con la rigurosidad necesaria, para la toma de decisiones.

Nuevo pleito por amenazas potenciales en El Quimbo 7 26 abril, 2024
Facsímil admisión de la demanda.

Graves y catastróficos

La empresa Emgesa, según la Contraloría General de la República, expuso a riesgos previsibles en el desarrollo de las diferentes etapas del proyecto, a la población aguas abajo a escenarios de contingencia graves y catastróficos sin contar con las medidas de manejo requeridas para abordarlos, quedando expuesta a factores sobre los cuales tampoco tenía control como los recursos naturales y el medio ambiente.

El mismo debate se ha sostenido en varias tutelas y actualmente se surte ante el Consejo de Estado en el trámite de una acción de nulidad de la licencia ambiental presentada el 10 de noviembre de 2014 por los abogados Andrea Torres Bobadilla y Juan Pablo Muñoz Onofre del Centro de Estudios para la justicia social (Tierra Digna).

 

Seguimiento

Juan Carlos Jiménez Triana, apoderado judicial de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA)  estimó que a la entidad no le corresponde la aprobación del plan de contingencias y menos su implementación.

“La entidad de manera continua y permanente, ha venido haciendo el seguimiento al proyecto y ha impuesto los requerimientos en el marco de las competencias”, precisó.

Sin embargo, confirmó que Enel-Emgresa, propietarios del complejo “presentó evidencias de cumplimiento” sobre los requerimientos realizado  por la Anla en diciembre de 2021 relacionados con las acciones de monitoreo del riesgo, el comportamiento de las filtraciones en la presa, los procedimientos operativos y de emergencia en caso de sobrepasar los umbrales normales de operación, así́ como ajustes al proceso de manejo de desastres. El documento de seguimiento ambiental está contemplado en el Concepto Técnico 3979 expedido el 12 de julio de 2022.

 

Compuertas

Teniendo en cuenta las protestas de las comunidades por la apertura de compuertas en los meses de mayo y junio de 2021 la entidad estatal estableció́ que las medidas son insuficientes y solicitó al titular del instrumento de manejo y control ambiental garantizar la comunicación con las comunidades cuando se requiera por operación, mantenimiento o situación de contingencia.

Por esa misma razón el 14 de julio de 2021 la entidad le ordenó a la multinacional la actualización del plan de contingencias en el sentido de ajustar el proceso de manejo de desastres, incorporando estrategias de aviso a la comunidad por medios o mecanismos de comunicación, eficientes y efectivos que garanticen que la población alrededor del proyecto conozca la fecha y hora de las aperturas de las compuertas.

Por lo tanto, -dijo-, “la responsabilidad de la ANLA en la gestión del riesgo se encuentra limitada al ámbito de sus competencias las cuales de conformidad con la ley estan dirigidas a un único objetivo y es que los proyectos, obras o actividades sujetos de licenciamiento, permiso o trámite ambiental cumplan con la normativa ambiental”.

La otra cara

Por su parte John Jairo Huertas Amador, apoderado de la multinacional Enel –Emgesa argumentó que los hechos que soportan la demanda son contrarios a la realidad.

“El Quimbo cuenta con especificaciones técnicas de una construcción sólida y segura, razón por la cual la población de Huila puede estar completamente segura de que ni las estructuras civiles ni el embalse representan un riesgo a la sociedad”.

En su criterio, las obligaciones que contempla la licencia ambiental y los actos que la modifican o la complementan, se han venido cumpliendo debidamente y con rigurosidad por parte de Enel Emgesa).

“El plan de contingencia con que cuentan las centrales Quimbo y Betania ha sido ajustado y actualizado acorde con la evolución del proyecto, la experiencia exitosa en la operación de aproximada 30 años de la central Betania armonizado con la legislación actual para este tema (Ley1523 de 2012)”, explicó Huertas Amador.

Explicó que la versión inicial del Plan de Contingencias estuvo vigente hasta el año 2017.

 

Escenarios de riesgo

No obstante, informó que en cumplimiento de lo estipulado por la política nacional de gestión del riesgo de desastres (Ley 1523 de 2012) y de las actuaciones administrativas de la Anla la compañía ha radicado tres versiones del documento técnico, siendo la última y la que está vigente, la versión del año 2019.

Este plan considera un área de influencia directa sobre nueve  municipios y contempla escenarios de riesgo en doce municipios del Huila entre ellos Neiva, Campoalegre, Palermo, Rivera, Villavieja, Yaguará, Gigante, Hobo, Tesalia, Paicol, Aipe y Tello.

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El plan fue ajustado, incluyen manejo de crecientes.

Amenazas

Las principales amenazas según el Plan de Emgesa,  contempla la sismicidad, las inundaciones y crecientes y las amenazas antrópicas tales como atentado terrorista, asonada, vertimiento de agua de mala calidad, incendios forestales y operacionales.

“Una vez identificadas estas amenazas, se realizó el análisis de riesgos de todos los posibles escenarios, incluyendo condiciones críticas de máximo daño, pero de muy baja probabilidad de ocurrencia tales como ruptura de presa y creciente máxima probable”, explicó.

 

Sismos

El escenario sísmico fue analizado en dos niveles distintos, en el primero de ellos se consideró un “sismo bajo” es decir un sismo con una aceleración inferior a la de diseño de las obras de las centrales Quimbo y Betania.

En este escenario todas las obras construidas resisten sin registrar ningún tipo de daño o falla, por lo que no se esperan consecuencias negativas en las centrales.

En un segundo nivel se analizó la amenaza de un “sismo alto” es decir superior al sismo de diseño, el cual tiene una muy baja probabilidad de ocurrencia.

Según el mismo documento de Enel conocido por LA NACIÓN, las presas de El Quimbo y Betania, han sido diseñadas con altos criterios de seguridad lo que implica que, aunque se presente el sismo de diseño las presas pueden sufrir daños estructurales, pero sin colapsar. Es decir, no se espera un rompimiento de presa que genere inundaciones hacia aguas abajo de las mismas.

Inundaciones

Para estimar las consecuencias por inundaciones hacia aguas abajo de Quimbo y Betania se realizó la modelación hidráulica del rio Magdalena y se simularon crecientes para 5, 10, 25, 50, 100, 1000 años de periodo de retorno, la Creciente Máxima Probable y el escenario de rotura encadenada de las presas.

A partir de dichas simulaciones se obtuvieron manchas de inundación por escenario. Estas manchas fueron cruzadas con la información georeferenciada de infraestructura, población y áreas productivas en el área de análisis (12 municipios) y se definieron las afectaciones o consecuencias por daños para cada periodo de retorno.

 

Crecientes

Los dos embalses han servido para amortiguar las avenidas torrenciales. Según la compañía en la reciente ola invernal  el sistema Quimbo-Betania amortiguó más de 3000 m3/s, correspondiente a un periodo de retorno de 100 años, en donde el embalse de El Quimbo por el afluente del Magdalena retuvo 1.600m3/s y el embalse de Betania por el río Páez aproximados 1.500 m3/s.

Las crecientes se manejan a través del manual de operación de las centrales, que contiene las diferentes acciones que se deben realizar en función de los caudales, niveles y descargas que se requieran.

“Ante la ocurrencia de un evento, se hace una evaluación técnica de las estructuras civiles y se produce un informe que es compartido con las autoridades pertinentes, como fue el caso del informe entregado posterior al sismo del municipio de Colombia, Huila el 6 de febrero del año 2021”, subrayó. El nuevo debate apenas comienza.