La Nación
Pacho renunció antes que lo sacaran 1 26 abril, 2024
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Pacho renunció antes que lo sacaran

Aunque su retiro estaba agendado, la visita a Colombia del secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo, tenía congelada esa decisión. Cuando se enteró de su inminente relevo anticipó su dimisión. Análisis.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanación.com.co

 

Por bocón, el ex vicepresidente, Francisco Santos tuvo que salir de la Embajada de Estados Unidos antes de lo esperado.

Aunque estaba previsto su retiro, la visita a Colombia del secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo, mañana lunes, tenía congelada esa decisión.

Su última salida en falso le pasó la factura. Las polémicas afirmaciones reveladas a la nueva canciller en una reunión privada lo tenían en la mira. Las aseveraciones, ciertas o no, lo dejaron mal parado. Según la revista Semana, Duque se quedó esperando la renuncia luego de la reunión sostenida en Bogotá. Ni Santos dimitió, ni Duque se la exigió.

El diplomático prefirió disculparse públicamente por su “embarrada” antes que renunciar como era lo correcto por su nueva salida en falso, apareciendo como “rueda suelta” y despotricando  de altos funcionarios, entre ellos del ex canciller Carlos Holmes Trujillo, quien era su jefe de inmediato.

De él dijo que era “un  bueno para nada” y “que no tenía una estrategia ni una agenda diplomática clara”.

“Aquí el Departamento de Estado, que era importantísimo, está destruido. No existe. No existe. Trump puso a Tillerson y Tillerson le salió con un chorro de baba”, agrego. Esas declaraciones siguen generando malestar, hasta el punto, que el gobierno lo excluyó de la agenda que cumplirá jefe de la diplomacia estadounidense.

Aunque podía ser cierto, por la improvisación con que se han manejado las relaciones exteriores, sus afirmaciones constituyeron, sin duda, una deslealtad con el canciller, y un portazo contra el propio Gobierno Nacional pero además, un claro mensaje de ser ‘intocable’.

Cuando Santos se enteró que su retiro era inminente, se anticipó y renunció el viernes pasado.

“En cierto sentido, las relaciones diplomáticas de Colombia se han vuelto como el hazmerreír en las cancillerías de los otros países del mundo”, afirmó el senador Jorge Enrique Robledo en declaraciones a medios de comunicación.

Pacho Santos, dijo, fue sorprendido “con las manos en la masa hablando muy mal de su jefe, el ministro de relaciones exteriores, Holmes Trujillo, y hablando muy mal también del Ministerio de Defensa. Nosotros pensamos que Duque, en ese momento, lo iba sacar. No sucedió”.

Según la revista Semana, Duque esperaba la renuncia, pero nunca llegó. Tampoco se la exigió.

Santos, tranquilamente, sin ruborizarse, convocó una rueda de prensa y de disculpó públicamente con los funcionarios ‘ofendidos’ y regresó a su flamante despacho en Washington.

Durante el pasado gobierno Santos le dio un giro a la política exterior, buscando, según la internacionalista huilense Socorro Ramírez, “abrirse hacia la región y el mundo, más que pretender que la región y el mundo se ocupen de los problemas internos de Colombia, como lo procuraba su antecesor” y como lo replicó Duque su sucesor.

Pacho Santos, en la misma línea dura poco diplomática  armó varias polvaredas y fue desmentido en varias ocasiones por el mismo gobierno.

 

Burocracia diplomática

El caso no es aislado. Es parte de una política exterior y de un desacertado manejo de la burocracia diplomática.

Actualmente existen 1.200 cargos en el servicio exterior de los cuales solo 400 son funcionarios de carrera. Esos cargos han sido en este y en los anteriores gobiernos un fabuloso fortín burocrático, destinado para pagar favores políticos. Otros han sido premios de consolación para muchos candidatos quemados.

El de Pacho Santos, fue uno de esos favores, como el de Alejandro Ordóñez y Viviane Morales. El nombramiento de Gloría María Borrero, exministra de Justicia, embajadora en Madrid, fue un premio de consolación por su frustrada carrera en esa cartera, entre muchos casos.

También el nombramiento de la nueva canciller Claudia Blum, quien financió con otros miembros de su familia la campaña de Duque.

 

Clientelismo

“La experiencia (en asuntos internacionales) no es necesaria para pertenecer al servicio exterior”, afirmó el ex canciller Carlos Holmes Trujillo en el último debate de control político realizado en octubre pasado.

Por eso la improvisación y la clientelización del servicio diplomático en este y en todos los anteriores gobiernos.-

Aunque la regulación interna exige que el 20% de los cargos de embajador y jefe de misión deban ser ocupados por funcionarios de carrera, no por políticos de carrera.

El senador Antonio Sanguino, quien convocó el debate, reveló ese día que entre el 7 de agosto de 2018 y el primero de septiembre de 2019, el actual gobierno  realizó cien nombramientos en cargos diplomáticos.

De éstos, 72 no tienen ninguna experiencia para ocupar el cargo; los 28 restantes no son de carrera diplomática y consular, pero tienen experiencia.

 

Improvisación

Confirmada la salida de Pacho Santos, el gobierno tendrá que designar su reemplazo. Y lo más curioso, a pesar del chasco, seguirá recorriendo el mismo sendero. En el sonajero de la improvisación diplomática, figuran en primer orden, el exdirector de Planeación Nacional Simón Gaviria y el  Sergio Díaz-Granados, ajenos a la carrera diplomática.

“Pacho Santos es un personaje peculiar: desabrochado, irreverente, mal afeitado y lengüilargo. Esos rasgos de su personalidad hicieron que su nombramiento en la embajada de Colombia en Washington no hubiera estado ausente de críticas. Algunos interpretaron la noticia como si hubieran nombrado en el puesto diplomático más importante del país a un personaje sin criterio, mérito ni experiencia. Esa apreciación, sin embargo, es injusta”, afirmó la revista Semana a finales del año pasado cuando ya había tenido varios ‘descaches”.

“Por supuesto que lo expresado por “Pacho” Santos es de una enorme irresponsabilidad política, pero no constituye una salida en falso del funcionario”, aseguró el analista Germán Ayala Osorio.

“Por el contrario, lo dicho por el ladino funcionario debe entenderse como parte de la “nueva” política bilateral de Colombia con los Estados Unidos”, afirmó.

“Que ‘Pachito’ sea reconocido por ser lenguaraz, y actuar, en público y en privado, como un menor de edad, mimado y malcriado, no puede hacernos perder de vista de su talente belicoso y fascista que exhibió como vicepresidente de Uribe”, concluyó el comunicador y politólogo del portal

No en vano portales noticiosos como El Pulzo recogieron las reacciones en redes sociales que desató la revelación del polémico audio. “Pacho Santos es ‘El Chavo’ de la política”, titularon. ¿Será?